Abrí mis ojos y me levanté con muchos ánimos, era uno de los días que tanto anhelaba que llegara todos los meses. Rápidamente tomé mi mochila ya lista desde la noche anterior y salí corriendo de mi cuarto, ya al estar a mitad de las escaleras me acordé de que aún traía puesta mi pijama así que volví a subir a mi cuarto para bañarme y arreglarme (No me sorprendía en realidad, esto ya hacía parte de mi rutina de todos los días especiales).Cuando bajé mi abuelo ya estaba allí, como lo acordamos, con su camioneta afuera, una lonchera con nuestros desayunos y almuerzos y también su propia mochila lista.
-Abue!!!- grité antes de lanzarme sobre él para darle un gran abrazo- trajiste todo, ¿Cierto?¿Hoy lo encontraremos?
-Hola Ely, mi dulce de caramelo- así me llamaba siempre y gracias a él fué que ese apodo empezó a ser más usado por todos, más que mi propio nombre
-Mira que esta vez me acordé de arreglarme antes de terminar de bajar las escaleras- estaba muy emocionada, qué puedo decir? tenía 8 años-
-Bien, dentro de poco ya no se te olvidará arreglarte antes de salir de tu habitación
-Y qué? Van a encontrar el lago místico sin siquiera despedirse de mí?- sonó una tercera voz en la sala, mi madre había bajado envuelta en su bata de la mañana, lo habitual
-Se llama lago espejo y bueno... uno nunca sabe, tal vez hoy si logremos acercarnos más que nunca- dijo él con muchos ánimos
-Recuerda papá, es mi hija y van a ir al bosque, tengan muchísimo cuidado
-Lo tendré mamá, ya casi aprendo a encender la fogata, prácticamente ya sé como defenderme
-Igualmente no te confíes, uno nunca sabe lo que puede pasar
-Yaaa nos vamos!!- cantó mi abuelo
-Cuidense- nos despidió mi madre antes de que salieramos corriendo por la puerta principal
Todos los últimos domingos de cada mes mi abuelo salía de su cabaña para venir al pueblo, recogerme, mostrarme sus avances en la investigación y llevarme para que yo le ayude a seguirle el rastro al lago espejo, ese maravilloso lugar que tanto quise conocer desde que escuché su historia por primera vez...
-Ely!- llamó mi atención una voz no tan conocida
-Hola?- dije mientras me volteaba
-H-hola- era Tyler, un niño de la escuela
-Que tal Ty?- así le decían todos
-Yo, emmmm, me preguntaba si nos querías acompañar a jugar, en el parque, con todos los demás
-Lo siento, hoy me voy a ir con mi abuelo
-O-otra vez?- sonó su voz triste
-Hoy es el último domingo de octubre, me voy al bosque con mi abuelo, vamos a-
-Encontrar el lago espejo, lo sé- su voz se entristeció más- bueno, me avisas si lo encuentran
-Bien, adiós Tyler- me despedí con muchos ánimos mientras entraba de un salto a la camioneta de mi abuelo para emprender nuestro viaje
Durante el camino él me hizo reír con varias historias sobre hadas, princesas y esas cosas.
Una de las partes que más me gustaba de ese viaje era lo pacifico y mágico que se veía ese hermoso bosque durante nuestro trayecto, me encantaba ver por la ventana toda esa naturaleza, al llegar, mi abuelo me ponía trajes divertidos para salir y buscar en todo el bosque, yo siempre encontraba piedras raras y otras cosas de varios colores bonitos y él me felicitaba diciéndome que con eso estábamos cada vez más cerca, siempre me divertía y lo amaba tanto... Nunca pensé que todo fuera a cambiar tan fácilmente...
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El secreto del lago espejo
PoetryLa leyenda del lago espejo es una muy conocida en el pueblo de Ely, ya han pasado 11 años desde que se maravilló al escucharla por primera vez, está por cumplir 14 años y a pesar de una dura infancia sigue tratando de vivir como una adolescente norm...