Capitulo 01

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Maria había despertado, el pelo estaba atado en una cola alta, el uniforme gris estaba colgado al lado de su cama y los zapatos negros con medias blancas impecables la estaban esperando, Maria se rascó la cabeza y entonces se dio cuenta de que estaba en el hogar Las Sombras. 

Hizo mención de gritar cuando una niña rubia un poco más grande que ella le tocó los hombros. 

— No, si gritas la bruja nos va a castigar a todas, como siempre. 

— ¿Y vos quien sos? — Maria preguntó con la poca voz que le quedaba. 

— Yo soy Sol.  — dijo la niña con una sonrisa graciosa. 

— Sol como la del libro de la vida ... — Maria susurró. 

— ¿Tenés el libro de la vida? 

— No, la bruja vieja se lo llevó y creo que lo tiró al fuego.  — y se largó a llorar. 

Sol le tocó el hombro con ternura y curiosidad. 

— ¿Y de que hablaba ese libro?

— Del hogar Rincón de Luz, de mama Belén que era re buena y que cuidaba a los niños como si fueran sus propios hijos, mama Belén tenía alas invisibles y sus ojos eran como dos gotas de cielo. — Maria respondió aún entre llantos. 

Sol escuchaba con atención, su expresión se volvía de curiosidad y compasión mientras María hablaba sobre el libro y su ilusión de llegar a Rincón De Luz. Se sentó al lado de María en la cama, tratando de ofrecer algo de consuelo.

— El libro debe haber sido muy especial para vos — comentó Sol suavemente. — Pero, mira, yo   conocí a mamá Belén y estoy segura de que ella no se va a rendir y va a venir por nosotros, yo buscaré una manera de escapar de esa mierda y buscar a mamá Belén.  ¡Nadie me va a parar!

María miró a Sol con una mezcla de sorpresa y esperanza, sus lágrimas empezando a secarse al escuchar las palabras de la niña.

— ¿De verdad crees que podemos encontrar a mamá Belén? — preguntó María, con una leve sonrisa de esperanza.

Sol asintió con firmeza, su expresión llena de determinación.

— Claro que sí — respondió Sol. — No importa lo que digan o hagan, yo voy a encontrar la manera de traer a mamá Belén de vuelta. No voy a dejar que nos quiten nuestra esperanza.

María sintió una chispa de esperanza encenderse en su corazón, al ver la valentía de Sol. Aunque aún estaba asustada, el coraje de la niña mayor le daba fuerzas para creer que tal vez, solo tal vez, había una forma de volver a ver la luz.

— Gracias, Sol — dijo María, con una voz más fuerte y decidida. — No sé cómo, pero quiero creer que podremos salir de aquí.

Sol sonrió y le dio un apretón en el hombro.

— Juntas podemos enfrentar cualquier cosa. No estás sola en esto, ¿de acuerdo?

María asintió, sintiendo que, aunque su situación era dura, había un rayo de esperanza y alguien que la entendía.

Con un último abrazo las niñas se despidieron y Sol empezó a emprender su plan de escape. 

CHIQUITITAS 2002 (FAN EDITION) COMPLETA EN REVISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora