❝Sweet❞

839 166 8
                                    

(Dedicatoria.)

Una dedicación especial para SoyLeleElUkulele.

(Epígrafe.)

Es tan dulce saber que me amas,
Aunque no necesitemos decirlo el uno al otro,
Es dulce.
Saber que te amo
Y pasar mis dedos por tu pelo
Es tan dulce❞.

«Sweet»
Cigarettes After Sex.

« Dulce »

—Ya va a pasar, Yuuri. Las tormentas no duran para siempre.

Yuuri sentía el susurro de Otabek en su oído, suave sin siquiera intentarlo y con un toque de cariño que no encontraría en nadie más.

Sabe que sólo en los brazos de Otabek se sentirá seguro, aun si sólo es una falsa sensación de protección.

Otabek lo mira fijamente, mira las mejillas manchadas de lágrimas secas y piensa en la razón de su llanto.

Piensa en lo sensible que es Yuuri ante los comentarios negativos. Lo piensa tan detalladamente que, sin notarlo, aprieta un poco más a Yuuri entre sus brazos.

Piensa en esos comentarios que sólo saben decir que Yuuri es de Viktor y que él es de Yura o Mila. Que deberían dejarse de tonterías, que deberían de volver con sus "almas gemelas".

Pero Otabek no quiere dejar ir a Yuuri y sabe que Yuuri tampoco. Aunque no sean almas gemelas y no sean la persona correcta para el otro.

Saben que se necesitan, no al punto de morir de amor o algo así, pero sí al punto en el que saben que uno es el pilar más fuerte del otro.

Yuuri empieza a pensar en las probabilidades de que Otabek lo deje por culpa de lo que dicen los demás.

El miedo invadía su corazón sin piedad y se echó a llorar otra vez sobre el pecho de Otabek

El kazajo, al notarlo, lo separó de él con suavidad para acercarse al rostro de Yuuri y dejar un beso en sus párpados, bajar hasta sus mejillas y aterrizar en sus labios cerezas.

A Yuuri le costó corresponder al principio, pero luego de sentir las manos de Otabek recorriendo con suavidad su espalda, se dejó hacer.

Otabek subió con delicadeza a Yuuri sobre él, para tener más acceso a los muslos del japones, quien soltaba suspiros al notar lo que buscaba el kazajo entre sus piernas.

Se sincronizan de manera perfecta, sin necesidad de palabras. Saben lo que el otro quiere y lo dan sin poner resistencia.

Lo hacen con lentitud, con un Yuuri que se sorprendía por lo delicado que podía ser Otabek con él. Pero Otabek lo amaba y esa es la excusa perfecta para dejarse tratar con suavidad.

Beka se siente arder dentro de Yuuri y se pregunta si ese lindo chico japones lo siente también.

¿Sentirá la misma emoción que él cuando se encuentran de esa manera? De esa forma tan desinteresada y llena del amor más apasionado que hubieran tenido en sus vidas.

Terminan juntos en un gemido, casi grito, ahogado en la boca del otro.

Yuuri se acomoda sobre el cuerpo de Otabek, esta vez para dormir y olvidar el mal trago que le hicieron pasar en internet sólo por amar a quien no debía.

Otabek lo abraza con fuerza, pero sin apretarlo demasiado, dándole la seguridad que necesita para descansar en paz durante esa noche.

Saben que aun falta mucho para que toda la tormenta termine, pero están seguros de que han pasado la más difícil.

Están seguros de que todo estará bien, mientras se tengan el uno al otro.

Fin.

Dulce║[Otayuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora