Capítulo 1.

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Carver había hecho de mi vida una pesadilla desde el día en que piso el instituto.

Por culpa suya me habían llamado sabelotodo, gorda, nerd y usado como juguete.

Sin contar cuando inventó el rumor de que tenía lepra, el del herpes y el de la rabia (el cual fue el mejor de todos)

"Adie la rabiosa al ataque"

O la vez que quitó los tornillos de mi pupitre.

"Ballena Adie al ataque."

Pero sin duda, la mejor fue cuando nos quitó nuestra ropa de los vestidores y Taylor y yo tuvimos que correr a nuestros lockers con disfraces de miembro masculino.

Y sin embargo había algo en el que no me permitía alejarme.

-¿Prince? ¿Una alumna de su categoría en mi oficina? Imagino que debe de estar por presentarse para la presidencia estudiantil.

No podía mirarlo a los ojos, había algo en ese hombre que me daba miedo.

Negué repetidas veces.

-¿Entonces?

-Carver.

-¿Qué hay con el chico Thompson? ¿Le gusta?

-¡NO! El profesor me mandó aquí por decir que quité su trasero de mi...

-He escuchado suficiente, puede retirarse.

Lo miré con una sonrisa de oreja a oreja, quizás después de todo este hombre no era lo que parecía.

-Solo bromeo, detención después de clases.

Solté un suspiro mientras me retiraba cabizbaja.

Suplente y su horrible nariz de pato.

-¿Me extrañabas nena?

Lo miré con desprecio al tiempo que mis labios deseaban estamparse contra los suyos.

-¿Quieres besarme?- Me quedé en silencio, no podía pronunciar palabras.- Porque, diablos, yo si que quiero.

Sus labios se aplastaron contra los míos, nos aproximamos a la pared más cercana y sus manos viajaron por todo mi cuerpo mientras nuestras respiraciones se complementaban.

Está mal, está muy mal. Me estoy besando con el chico que me ha hecho la vida miserable desde los ocho. Quien ha hecho que mi buena reputación limpie los pisos. Pero es más que una atracción física. Mi cuerpo necesita de él, sin él estoy vacía.

-Entonces, ¿te apetece acompañarme al techo por unos minutos?

Sabía que pasaría. Me terminaría acostando con él otra vez. Pero como ya he dicho, no puedo mantenerme alejada.

(*)

-Larga visita al director, eh Adie.

Taylor golpeó mi brazo e hizo un gesto vulgar.

-Pues sí, estaba muy enfadado.

-¿Y qué te dijo?

-Ya sabes que...

-¿Qué te peines?

-¿Qué?

-Oh cariño, Carver debió de agarrar muy fuerte tu cabello para que quede de esta forma.

-¡Shh!

-¿Otra vez Ad?

-Es mi segunda vez, y la primera fue con él, así que no me trates de...

Troublemaker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora