XXXII

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El ruido del teléfono vibrando en su mesa de noche la despertó, con los ojos entrecerrados se levantó con su sábana enrollandose completamente. 

Luego que Sasuke la dejó en su casa aproximadamente a las tres de la mañana sentía su cuerpo pesado y acalorado. Habían bailado a más no poder toda la madrugada en aquella fiesta y si, se había divertido como nunca creyó. Ensimismada con todo lo que pasó con Sasuke y como ambos eran el centro de atención olvidó el teléfono que emitía una luz mientras vibraba.

Ugh, se quejó.

—Cinco de la mañana ¿Quién llama a estas horas? —refunfuñó al ver la hora en su reloj, su reacción fue la de sorpresa cuando vio quién la llamaba.

—¡Tíaaa! —vociferó entusiasta apenas pudo.  

—Espero que la casa esté en orden, hija —una voz imponente pero a la vez reconfortante yacía en la otra línea. — Necesito ayuda con el equipaje.

—¿Ehhh? —gritó de nuevo. 

No podía contener la emoción de tener a su tía con ella de nuevo. La quería ver, quería contarle todo lo que había pasado. Luego de la muerte de sus padres su tía fue un factor clave para que Sakura se pudiera recomponer y salir adelante. La amaba mucho.

—¿Dónde estás? ¿Te voy a recoger? ¡Dime! —exclamó mientras al mismo tiempo lanzaba ropa por todos lados, tenía que estar lista para ir a recogerla al aeropuerto.

 Una risa se escuchó por el teléfono.  

—Tranquila, sigo en el avión. Llego en una hora así que no te apresures, toma tu desayuno y vienes a recogerme —anunció Tsunade.

—Bien. Estaré ahí entonces. Nos vemos —Sakura escuchó como Tsunade terminó la llamada.



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—¡Aquí, aquí! —Sakura movió los brazos de un lado al otro para que Tsunade la pudiera ver.

Como siempre, su tía caminaba mostrando su largo cabello rubio, con tal porte de confianza y superioridad. Llevaba  maletas de diferentes tamaños y detrás de ella un hombre tiraba un pequeño contenedor con pequeñas cajas. 

A diferencia de su madre, Tsunade tenía un cuerpo mucho más contorneado y proporcionado, algo que Sakura alguna vez deseó ya que su figura no era muy voluptuosa pero dejó de pensar en ello cuando adquirió confianza en ella misma y en lo que tenía. 

No pudo más y se lanzó a sus brazos.  

—Tardaste mucho —sintió como sus ojos comenzaban a humedecerse por todos los sentimientos encontrados que tenía.

—Los seminarios del hospital me tuvieron demasiado atareada —se alejó y le dio una palmadita. —¿Pero a dónde se fue la Sakura que quería ser independiente? —arqueó las cejas.

—¡Vamoos! ¿Ya empiezas con tus bromas? —dijo Sakura haciendo puchero —Es que esta vez si te demoraste, antes venías cada mes.

—Ya, dejemos ese tema de lado —Tsunade esbozó una sonrisa. — ¿Vamos a casa? 

—Bien. 

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—¿Y por cuánto tiempo te quedarás esta vez? —Sakura caminó hacia la cocina y sirvió un poco de té en una pequeña taza. 

—Hija, en realidad he movido medio mundo para venir hoy. —dio un breve sorbo al café que Sakura le había servido y continuó. —Me aterré cuando la policía me llamó diciendo que la casa había sido irrumpida.

APOSTANDO POR TI / SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora