For you

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A veces tienes sueños, aunque la mayor parte del tiempo que logras conciliar el sueño son pesadillas sobre tu propia vida, historias que tu cerebro usa en tu contra porque eres la persona que mejor sabe flajelarse del planeta y no seas mentiroso Dean tu sabes que disfrutas el recriminarte sobre todas esas cosas que has hecho y todas esas más que nunca has llegado a hacer y es tu cerebro en tu subconsiente que te trae todo lo que más odias o de lo cual tienes miedo a sabotearte una vez más. 

Y puedes con ello, gracias al alcohol; a la caza exaustiva de lo sobrenatural y a los revolcones ocacionales con lindas y protuverantes camareras o lo era. Ese es tu nuevo sin sabor mientras miras fijo hacia la pared de tu cuerto, lo que no te cansas de ver mientras tu cuerpo cosquillea en ansias de salir e ir hacia su habitación para tomar asiento como los primeros días frente a él y quedarte ahi estatico con el pensamiento casi muerto pero todo tu tan espectante de un milagro de Dios o de Amara. Porque ellos te deben otro milagro, porque Amara se equivoco a mandarte de regreso a tu madre con todo lo que eso significaba y porque de no haberlo hecho ella seguiria descansando en algun lugar del cielo disfrutando eternamente de su propio paraiso y no estaria atrapada en una dimención extraña, apocaliptica y con el diablo de frente. 

Estas atrapado entre las paredes de tu habitación deseando Castiel entre a verte, quieres ser consolado por ese raro y extraño angel que a pesar de haber sido bombardeado con todo el conocimiento del mundo sigue ladeando la cabeza y sacando de subtexto las palabras, que sigue siendo inocente por más sangre, miseria y tración en la que se vio envuelto. 

Es por eso que ahora no duermes, por lo cual te empeñas a no traspasar esa puerta que se ha comvertido en la puerta a la bobeda donde descansa el ángel al cual añoras, pues conoces cada uno de sus rasgos, sabes sobre todas sus rarezas y cuando cierras los ojos y ves a Sam diciendote que ha regresado solo vez un cuerpo fofo, completamente vacio tratando de articular palabras coherentes mientras se mueve hacia ti. 

Y gritas mientras te alejas de él. 

Ese no es Castiel, el verdadero o al menos su cuerpo reposa en su habitación mientras tu mueres por una sola noche de descanso sin esa pesadilla que solo te atormenta, te quita el poco apetito que ya de porsi tenias. Porque has bajado de peso Dean, tanto que tu presioso tracero ha desaparecido, ese que las chicas apretaban mientras tu las acariciabas; tu estomago incluso parece haberse acostumbrado al vacio, mientras el cansancio se apodera de ti como una sanguijuela dejandote aparte siempre con dolor de cabeza y un mareo igual de extenuante. 

Sam trata de hablar contigo, lo hace mientras tu te aferras a ignorarle. 

Lo haces porque estas cansado de pelear, porque no hay nada qu diga que te haga sentir menos miserable y porque el karma ya ha sido suficiente como para iniciar otra cruzada que termine peor aun de la pasada. "Realmente piensas abandonar a máma, ¿no? dejaras a Cas como una momia dentro de esa habitación incluso después de que muramos, dejaras que se pudra en un hechizo antes de darle una merecida ceremonia de cazador." Te repite Sam mientras tú cambias de canción, mientras tus ojos se desvian lejos de la cargada observación de "Jack" la desendencia nephilin de Lucifer y que ahora a Sam le ha dado por adoptar. 

Te sientes confortablemente miserable Dean, siempre lo has hecho. Incluso no es el dolor por perder a tu madre de nuevo o el hecho de que sufras más por la perdida de Castiel que la de ella lo que te hace sentir más miserable. Tampoco son las pesadillas o el insomnio lo que esta acabando contigo.  Es solo el dolor de la perdida, el vacio en las entrañas por perder a la persona que más te ha amado en el mundo, es el nudo en la garganta que se aprieta cada tantas horas esperando el consuelo de parte de quien siempre estuvo dispuesto a quedarse a tu lado; son las lagrimas traicioneras que se escurren sin que las hayas llamado. 

Es el hecho de esperar un milagro, el regreso de Dios para que lo ponga nuevamente a tu lado y es finalmente en tu miserable vida el anteponer tu egoismo y esperar y rezar porque Castiel ya no regrese, para que finalmente encuentre la paz, y lo más valioso su libertad. 

TiriciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora