Morning Sunchine

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Llevan a Castiel y al hijo de Lucifer en tú carro y no estas seguro en que momento fue que aceptaste llevar al muchacho recién nacido a su fortaleza, pero estas cansado, confundido, perdido, dolido que realmente no te importa más.

El viaje es largo, silencioso e incomodo; tus ojos se deslizan una y otra vez hacia el espejo retrovisor buscando al ángel que pareciera ir dormido en vez de muerto. Te come las entrañas como el paisaje va pasando como una mancha uniforme sin sentido y escuchas la voz de Sam preguntandote si estas bien o quieres que él maneje.

Pero tu no le contestas, porque estas enojado nuevamente con él y las decisiones que te impone creyendo correctas. Te limitas a fruncir el ceño, a cerrar un poco más tus dedos sobre el volante y renovar tu busqueda por el cristal hacia el ángel.

Llegan al búnker unas horas despues con la tensión cortandose en el aire, atraes hacia ti el cuerpo de Castiel ignorando el discurso de tu hermano y la mirada cargada del nephilim. Es la primera vez que Castiel muere y deja su cuerpo detrás ( porque ese ya es su cuerpo, es su sangre y carne no solo el recipiente) por lo cual decides llevarlo a su habitación a esperar un milagro nuevamente, lo llevas porque eres todo lo que tiene y merece que lo veles esa noche antes de enterrarlo si de que nada sucede.

Sam te busca horas después luego de que ha dormido y te encuentra sentado frente a Castiel casi en la misma posición que te vio antes de irse a descansar, sientes la tensión de su cuerpo al moverse y solo esperas que no te salga con otra estupides porque te duele todo y no estas de humor para pelear solo quieres un poco de tiempo extendido, quizas el regreso de Chuck de sus vacasiones familiares a traer de vuelta a Cas como en ocaciones anteriores.

Se los debe.

-Dean. Necesitamos hablar- te dice finalmente y tu no quieres hablar. - Escucha, esto no me gusta más que a ti pero... Pero debemos hablar sobre lo que haremos con Cas y ponernos en marcha para sacar a mamá...-

-¿Lo qué haremos con Cas?-

Sam te regresa una larga mirada, se detiene en tu rostro y te imaginas que debes verte como una mierda porque la mirada condesendiente de tu hermano parece afianzarse buscando las palabras para hablarte nuevamente.

Pasa su mano sobre su cara, cambia el peso de su cuerpo hacia el lado izquierdo.

-No podemos dejarlo eternamente aqui Dean, merece un funeral de cazador.-

El hijo de Lucifer aparece detras de Sam apenas lo vez con el enorme cuerpo de tu hermano tapando la puerta y sientes la amarga necesidad de soltar una carcajada.

Lo haces, tu risa llena la habitación, rebota en las paredes. Sam probablemente piense finalmente te has vuelto loco y quizas lo estes, quizas siempre lo has estado pero eso no es lo importante porque loco o no tienes el firme entendimiento que eres el único con el derecho suficiente para decidir sobre el cuerpo de Castiel y haci se lo haces saber a tu hermano que sale hecho una furia.

Pasas casi un dia encerrado en el cuarto con Cas, te sientes cansando pero en todo ese tiempo apenas y logras conciliar el sueño por momentos. Tomas la poca fuerza que tienes para ir hacia la sala de archivos cuando de camino sientes el suelo moverse y un par de ojos siguiendo tus movimientos a la distancia; sabes que no es Sam, por lo cual la angustia de dejar el cuerpo desprotegido del ángel te invade pero decides que por lo mismo es mejor ir rapidamente por los libros necesarios para iniciar el ritual.

Hay una discusión acalorada con Sam cuando traes al bunker a una de las pocas brujas que aun tienen el valor de aceptar una petición vuestra a pesar de los rumores ( y bien fundados ) sobre que cualquier afiliación son sus personas termina en la inminente muerte de sus aliados. Al final del dia con ojeras pronunciadas en tu cara logras no solo el hechiso que mantendra el cuerpo de Cas impoluto el tiempo que fuera necesario, pues tienes fe de que de alguna forma el retornara.

Pero incluso haces algo más audaz y te sorpendes a ti mismo por esa decisión, sabes que tu hermano nuevamente tendra algo que decir pero tampoco te arrepientes y eso te permitira salir con la suficiente confianza de que Cas estara seguro en su habitación porque este hechizo sella todo impidiendo la entrada de cualquiera excepto a ti.

- Morning Sunchine.- le dices a media tarde una semana después de que Lucifer le clavara su espada de ángel en el pecho y tú madre quedara atrapada en otro mundo con él.

Te despides así pues eres demasiado cobarde para decirle adiós, pronuncias las palabras menos dolorosas; las que te llevan a un buen recuerdo y las que te dan la promesa de una esperanza por nacer.


TiriciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora