El comienzo.

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Coloque mis libros a aun lado de la mesa, el tiempo se me había ido estudiando y eran ya las 3:30 de la mañana. Había tenido una semana bastante agitada y apenas había quedado tiempo para dormir y comer.

Me recosté sobre la cama esperando a que el sueño llegara, pues me había preparado una taza de café para lograr mantenerme despierta. Hace ya cuatro años que estoy en la carrea y alejada de mi familia luchando por lo que se suponía era el sueño de su vida, aunque muy en el fondo solo yo sabía que no era así.

No había sentido tristeza el día que salí de mi hogar, si es ese el término que puedo usar para referirme al lugar donde viví los últimos años de colegio. Aunque suene raro, esperaba con ansias, a que ese día llegara. Significaba mucho más que el hecho de dejar atrás todo lo que tenía, no era algo que me causara dolor o desesperación, como la mayoría de las personas pensaba. Para mi salir de ese lugar, significaba libertad, una oportunidad de volver a empezar alejada de todo y de todos.

Quizá todo hubiese sido diferente de no ser porque mi madre se había casado cuando era ya una adolescente, aquello significaba una etapa bastante dura en mi vida, y fue lo que forjo ese carácter frio e insensible que a veces terminada asustándome.

No era que la culpara por todo lo que había pasado, pero desde ese día mi vida se tornó inestable. Añoraba aquellos días en los que quizá si había sido feliz. Mis salidas a jugar por las tardes luego de volver de la escuela con mi amigo de infancia, aquel ser que para mí siempre estaba ahí, de hecho mi recuerdo más alejado estaba ligado a él, incluso recordarlo me causa tristeza, nunca me imaginé que la vida se encargaría de alejarnos, siempre tuve la esperanza que estaría siempre con el, algo que estaba claro jamás iba suceder, el tiempo y la distancia se encargaron de separarnos.

- Esta es la última noche, hay que disfrutarla antes de que se vayan susurro Dannyel, con un trapo en la mano a punto de lanzarlo.

- Solo serán unos días, replique. Pronto volveremos, y todo estará nuevamente igual.

Aun recordaba aquellas palabras con claridad. Lo cierto era que no había sucedido exactamente así. Volví sí, pero nunca las cosas volvieron hacer igual.

Tenían una semana de haber regresado, luego de las vacaciones de navidad y año nuevo en casa de mi tío. Mi hermana mayor había entrado al cuarto, con los ojos un pocos rojos, no sabía muy bien que había pasado, pero sabía que no era nada bueno. Ya que nunca la había visto llorar.

- Se va casar fueron las palabras que salieron de su boca. Fueron pronunciadas no sé si con enojo con decepción, puede que con un poco de ambos sentimientos.

- ¿Cómo puede ser susurro mi prima?

- Es lo que me acaba decir.

Todavía recordaba aquella sensación de no saber qué hacer o que decir, no sabía porque razón su madre no me había tomado en cuenta, porque no me había dicho, era que mi opinión no contaba o simplemente la decisión estaba ya tomada. Si era eso no había nada que replicar, puesto que medio año después ella se casó y se fue. Aún estaban en un cajón de la casa aquellas fotos de aquel día, si aquellas fotos donde todos aparentábamos satisfacción, si alguien más las hubiese visto podrían haber asegurado que éramos felices hasta los huesos.

Nos quedamos las tres; Margareth mi hermana mayor, Casie mi hermana menor y yo. Seis meses después Margareth se graduó y también se fue, y con ella se había ido toda esperanza y toda seguridad, por alguna razón ella era ese tipo de persona con la que te sentías segura, ahora ya no estaba, sabía que no podía hacer nada y que tenía que aceptarlo, era algo que tenía que pasar tarde o temprano, pero no podía ignorar aquella desesperación que iba inundando mi corazón. Sabía que desde ese día todo se iba tornar difícil, y no estaba preparada para eso. Un día después de que Margareth se fuera, mi madre llego por mí y por Casie, sabíamos que teníamos que estar listas y con las maletas hechas puesto que ese día nos iríamos a vivir con ella y con su esposo. Claro ninguna de las dos había hecho maleta alguna.

Como flor de  LotoWhere stories live. Discover now