Kuroshitsuji Reencuentro de Amantes [EDITANDO]

El Mayordomo: Problemático

Hola a todos... Muchas Gracias por tomarse el tiempo para leer esto.
Como verán, este es mi FanFic de Kuroshitsuji. ¿O será la historia de mi vida?...

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Kuroshitsuji : Reencuentro de Amantes

Era un día normal en la mansión Phantomhive, excepto por algo.... Hoy es el cumpleaños de Elizabeth Middleford. Todos estaban locos, principalmente Ciel... Él tenía la obligación de celebrarle su cumpleaños.

Como siempre, Ciel estaba observando el paisaje desde la ventana de la antigua oficina de su padre. Totalmente intrigado y egocéntrico. Lo único que le faltaba era la interrupción de unos leves golpes detrás de la puerta cerrada.

-Joven amo, ¿me da permiso para pasar?. –dijo una voz masculina detrás de la puerta.

-¡Sebastian, pasa rápido! –Dijo el peliazul con un tono malhumorado.

Sebastian, el mayordomo endemoniado, encargado de la protección de por vida de la cabeza de la familia Phantomhive; Ciel. Sebastian entra a la habitación sosteniendo una charola de plata en su mano izquierda. Al estar a escasos metros de su amo, éste le hace una leve reverencia.

-Buenos días, Joven Amo. –Dijo con sus ojos cerrados, que de un segundo a otro se abrieron para dar paso a unos ojos de color carmesí.

-Si, si... -Dijo refunfuñando el menor mientras se paraba de su asiento del escritorio-. Pronto llegara Lizzy. Hay que terminar esto rápido. –Dijo mientras rodeaba el mueble para luego acercarse a Sebastian, que este en un momento lo llama.

-Señorito. . . -Ciel lo mira indiferente, de brazos cruzados mientras el mayordomo se agacha y le extiende la charola con una pequeña carta- Es para usted, llegó hoy en la mañana.

Ciel solamente se limitó a verlo extrañado para después coger la carta, abrirla con un cuchillo y comenzar a leerla . . .

—¡Reúne a todos, ahora!—.

Un rato después, ahí mismo...

De repente en una fila, se encontraban casi todos los sirvientes de la mansión. Ciel caminó delante de ellos, sin mirarlos con el aire neutro que emitía.

—¡Meirin!— Gritó el Peliazul.

—¡Si! —Respondió la Pelirroja ama de llaves, colocándose con una postura militar.

—¡Finnian!— Gritó, sin parar de caminar.

—¡S-Si!— Saludó el Pelirubio mientras subía su pecho y aguantaba su respiración como respeto hacia su amo.

—¡Bard y Tanaka!— Gritó como último.

—¡Sii!— Respondió el cocinero saludando como soldado mientras sonreía con un cigarrillo entre sus dientes y a Tanaka sobre sus hombros dándoles sorbos a su Té.

—¡Ho Ho Ho!~ —.

Por un momento, Ciel paró en seco. Fijó la mirada rápidamente a sus sirvientes.

—¿Y Pluto?—.

—Esta en la ventana, Joven Amo. . .– Dijo Sebastian con un Aura totalmente desagradable.

Al instante, todos miraron a la ventana.
Ahí estaba Pluto aferrado mientras movía su cola y sonreía de oreja a oreja con su traje de Gala puesto.