Jon

6 1 0
                                    


Hola. 

Me han dicho que haga esto, que me irá bien pero ¿sabes qué me iría bien de verdad? QUE ESTUVIERAS AQUÍ, JODER. Escribir en un papel lo mal que estoy, lo roto que me siento y que no le encuentro el sentido a nada no va a ayudarme. 

Me siento como una mierda. No recordaba la última vez que había llorado pero te juro que nunca podré olvidar la de lágrimas que tienes a tu nombre.

No he sonreído desde que me dieron la noticia, ni una sola vez. 

El día de tu funeral recuerdo que me acerqué a ti y te miré de abajo a arriba, recuerdo lo despacio que lo hice porque no quería ver que realmente eras tú la que estaba ahí dentro. 

Me acerqué a tu madre y la abracé, de repente todo se me nublo y estaba en el suelo, llorando como un niño pequeño, en brazos de tu madre. Me cuidó como si ella no estuviera destrozada. 

Alex... he ido cada día a verte, te he compuesto un par de canciones y cada día te cuento qué ha pasado. 

Hoy voy a ir un poco más tarde porque estoy escribiéndote esta puta carta, intentando calmar el dolor que siento y convenciéndome de que tú recibirás estas palabras, cuando vaya a verte te la leeré.

Así que voy a contarte cómo ha ido hoy la cosa. Hoy he ido a clase, he ido por ti, para poder contarte algo más interesante que "he estado en mi cama llorando". Solo entrar en el aula la gente me ha mirado con pena, como si alguno de esos mierdas pudiese entender lo que siento. 

Anna me ha dicho que como tutora ha organizado un acto en tu nombre la semana que viene, ya te contaré cuan vomitivo ha sido. Me ha abrazado y sí, ha tenido los cojones de preguntarme que cómo estaba. ¿En serio? Le he contestado que era una mierda de pregunta y que estaba hecho pedazos. Se ha sorprendido al oírme hablar así, pero no iba a contestarle un "bien, gracias". 

Me he sentado al frente y te juro que podía notar como todos los ojos del resto se clavaban en mí. 

A mitad del día ha venido Valeria y se ha vuelto a repetir la historia, todos mirándola como si alguno de esos subnormales se sintiese como ella. Anna se ha acercado a hablarle, supongo que le habrá dicho lo mismo que a mí. Ninguno de los demás ha venido hoy a clase.

Valeria se ha sentado a mi lado todo el día y es con la única persona con la que he hablado. 

— ¿Del uno al diez cómo de puta mierda lo llevas hoy?

— ¿Treinta?

— Lo suponía.

— Pero dime, ¿cómo lo llevas?

— Pues sinceramente mi vida es una mierda ahora, hablé con Julen pero no me ha servido para nada. He intentado hablar con Lucas y sigue sin abrirme la puerta...

— Claro que no ha servido para nada, nada sirve ahora. Yo tampoco he hablado con Lucas, hace muchísimo tiempo que no lo veo pero creía que después de lo que ha pasado habría hablado contigo. Debe estar hecho una mierda.

— Sí, lo está. Conseguí hablar con Dani y me ha dicho que nunca lo había visto así. Solo quería decirle que no se sintiera culpable.

— No deberías hacerlo.

— ¿No?

— No. Es culpable de lo que ha pasado. No digo que toda la culpa sea suya pero es culpable de lo que ha pasado. Alex jamás se lo hubiese dicho pero ahora que ya no puede negárselo deja que se sienta como la mierda como la que se comportó.

— Jon... Él la quería.

— Claro que la quería, y probablemente más que tú, más que yo y más que cualquiera de estos y ella le quería a él, más que a nadie. Pero eso es lo que le hace culpable, es el único que hubiese tenido una oportunidad de parar esto y en vez de eso prefirió cerrar los ojos y no ver que esto iba a pasar. Te juro que... Te juro que... Valeria no... no puedo.

— Jon... ven.

Y me he roto, me he puesto a llorar ahí mismo. Y se ha hecho el silencio.

A última hora cuando íbamos por el pasillo hacia el aula, hemos podido ver como Sara se reía y bailaba encima de una mesa, no sé de qué cojones se reía y no sé qué cojones la ha llevado a bailar pero sé que solo quiere atención, que no soporta que todo se centre en ti ni siquiera aunque tu puta muerte sea el motivo. Te juro que quería tirarla de esa mesa pero me he contenido aunque no lo ha hecho Valeria. He intentado pararla aunque sinceramente, no demasiado. Ha ido hacia allí, andado, se ha subido a la mesa de al lado y la ha mirado. Cuando Sara le ha preguntado que qué hacia, simplemente ha levantado la mano, le ha cruzado la cara, ha pegado un salto para bajar de la mesa y ha vuelto conmigo. 

Hemos decidido faltar a esa última clase y nos hemos ido a casa.

Ahora voy hacia allí y te juro que te hago una representación del momentazo de Sara y Valeria.

Te quiero, Alex. Ahora nos vemos.




Cartas para ellaWhere stories live. Discover now