Stranger Things ( Mike Wheeler y tu)

Nueva

Hoy empiezo clases soy nueva aquí en la ciudad yo no quería pero tuve que, me puse la ropa libre y metí todos mis libros a la mochila, la verdad tengo un secreto pero no sé lo e dicho a nadie ...

Mi secreto es que tengo un poder que me hace mover las cosas y aveces me sale una cosa de color morado y lo raro es que no me canso, no sé porque ni como paso pero solo los tengo,mis papás dicen que nací con eso , pero tengo las dudas ,pero bueno tengo que aprender a controlarlos porque hace mucho no voy a la escuela

— ¿Estás lista hija? — Mi mamá desde la cocina me grita. —
— Si madre... voy bajando. — Tomé mis cosas y bajé a la cocina. —
— Bien cariño, solo ya sabes, ten cuidado con lo qué posees. —
— Si mamá, tendré cuidado, ten un gran día. — Me acerqué a la puerta principal y la abrí. —
— Adiós mi niña. ¡Buena suerte! — Cierro la puerta y me dirijo a mi bicicleta.

Llegué a la escuela, era grande y linda, sinceramente era más pequeña que mi escuela anterior.

Me acerqué a una persona mayor, parecía tener entre treinta o cuarenta. — Disculpe señorita. —
— Hola cariño, ¿eres la nueva cierto? Nunca había visto tú rostro. — Dice aquella señora.
— Si... tengo una duda sobre cuál es mi casillero. — Miré a la señorita y me sonrió. —
— Okey! Mira tu casillero se encuentra frente la clase de matemáticas. Y un gusto, mi nombre es Amanda. —
— Muchas gracias señorita Amanda, ¿pero cuál es el número de mi casillero?— Sonreí esperando alguna respuesta a mi pregunta. —
— Señorita Miller, el número de su casillero es el 23. — Abrió un cajón y me dio una llave. — Está es la llave, toma. — Puso la llave en la mesa y sonrió. — ¡Bienvenida!
— ¡Muchas gracias! Tenga linda tarde. — Caminé hacía mi casillero, contaba del uno al veintitrés. Lo encontré y comencé a meter mis libros, me di cuenta que había un papel, aquel papel decía mi horario y cosas sobre eso. Mi primera clase era biología.

Caminé buscando el salón de biología, con mucha suerte encontré el salón. Entré y vi a un hombre mayor.

— Buenos días. — Me acerqué al profesor y me saludó. —
— Un gusto señorita Miller, soy el profesor Eduardo. Bienvenida. —
— Gracias. — Volteé a ver el salón y vi una silla sola hasta atrás. — Me iré a sentar. —
— Bien. — El profesor de biología me sonrió y avance a mi lugar. —

Me senté en mi asiento y saqué mis cosas que ocupaba para la clase. Estaba escribiendo, mi pluma estaba en la punta de la mesa, solo sentí como se iba a caer pero por suerte la pude detener con una mirada. Volteé a ver si es que alguien me llegó a ver alguien, pero no llegué a ver a nadie hasta que me topé con una mirada...