Prólogo

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Me encanta ver jugar a los niños.

Es divertido recordar cuando tenía 5 años, y corría como si me persiguiera la armada de E.E.U.U,   o cuando me emocionaba cada vez que Diego aparecía en Dora la exploradora.

A pesar de ser alguien joven, me encanta recordar mi infancia. Ver a los niños jugar es muy lindo para mí.

Pero no todo lo veo color de rosa.

Al sentarme en ese banco, junto al jardín de primaria, una sensación incómoda invade mi pecho cada vez que escucho a esos pequeños hablar sobre sus 'novi@s'. Es muy molesto.

Sobre todo porque me recuerdan a mí.

Y a esos estúpidos "besos".

Mi primer BesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora