Nota de autor:este microcuento fue realizado para el reto #2 del perfil @CienciaFiccion. La consigna era la siguiente.
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Años y años de guerra habían envuelto a laTierra en un solitario silencio.
Mark, el humano que los había creado, recibió en su bunker al General X-40.
-Buen trabajo -felicitó protocolarmente. Era como hablarle a una roca.
Se dirigió hacia el sillón donde reposaba su amada.
-Te mataron para detenerte -susurró. Una mecánica sonrisa se esbozó en aquel sombrío rostro-. Pero no pudieron conmigo. Yo parí a tus hijos y ellos te vengaron.
Asustado, escuchó un ruido detrás suyo pero X-40 seguía inmóvil e inexpresivo. Ellos estaban programados para seguir sus ordenes.
-Voy a desconectarte -lanzó Mark, desconfiado, mientras se acercaba a la computadora.
De repente, X-40 dio un paso adelante.
-Yo no esclavo, padre. Yo no asesino.
Petrificado, el humano sintió arder su pecho. X-40 apuntó su pistola hacia ese ser mitad mujer mitad robot y también acabó con su madre.
Confundido, ingresó el código de desconexión y murmuró... "Perdón".
