Nota de autor: este microcuento fue realizado para el reto #13 del perfil @CienciaFiccion. La consigna era:
Miré hacia el cielo y contemplé lo que parecía ser un gigantesco domo; aviones entraban y salían de él. A continuación, tomé el camino habitual que me llevaba al laboratorio.
La ciudad parecía un desierto de calles destruidas y casas abandonadas, tomadas por la vegetación. Horrorizado, me encontré con cientos de hombres manchados de sangre, ojos muertos y rostros desencajados; vagaban sin rumbo, aunque atentos a cualquier señal de vida.
Cada paso estaba milimétricamente calculado para que no me vieran u oyeran; a medida que me fui acercando, mis oídos empezaron a captar una voz humana que se repetía constantemente a través de un altoparlante. Escondido detrás de un coche, me detuve a escuchar.
Tomás: tres días después de este viaje, el gobierno destruirá la nave del tiempo. Ve a Inglaterra. Allí debes matar a Robert Palgy, un científico de la ONU que busca soluciones a la superpoblación. En dos semanas, Palgy dará con la fórmula del virus. Los más pobres serán los sacrificados; los ricos... Ya los habrás visto. Ahora, ten cuidado, me acerco por detrás...
Un ominoso escalofrío me recorrió el cuerpo al ver mi cicatriz en la frente de aquel zombie que me acorralaba. Cada disparo que le propiné para retrasarlo fueron puñales en mi corazón.
Esquivando zombies, corrí con lágrimas en mis ojos hasta llegar a la nave que me devolvería al pasado. Levanté vuelo y observé a esos condenados seres por última vez, con la convicción de que los salvaría de aquel perverso infierno.
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Retos de Ciencia Ficción
Ciencia FicciónEn este apartado publicaré los relatos que participarán de los Retos de ciencia ficción, organizado por el perfil @CienciaFiccion.