Camino y camino, pasos infinitos y no encuentro nada ni una explicación ni un ser con vida; pero pongo mas atención al silencio y al fondo de un callejón oigo él aullido de un perro, obviamente él esta asustado y sin comprender al igual que yo.
Pero tan confundido estoy que pienso que es una trampa como la de mis películas de acción o ciencia ficción, donde hacen ruidos que atrapan a toda tu lastima por animales o pequeños niños, que vas hasta el lugar y ¡Sorpresa! Te golpean y hacen desmayar para llevarte a otros lugares, así que tomo un trozo del tuvo de una señal de transito, camino despacio y muy atento entrando a ese callejón, de repente llego al final y mi imaginación llego muy lejos, solo era un lindo San Bernardo.
Al verme lo único que hace es acercarse a mi, con él fin de que le brindara una caricia en él lomo, me agrado tanto que hice que me siguiera, al principio me asombro la lealtad, ya que con una caricia él sabia que yo lo iba a proteger y por eso me siguió.
En él camino solo iba pensando en una solución, en él por que yo no había desaparecido y los demás si, también me distraía del caos y comenzaba a pensar en él nombre del perro, o en que podía tomar todo y sin pagar, JA que tonterías.
Camino a casa pasamos por una tienda para mascotas, y como yo no tengo mascotas no tengo nada para su cuidado, así que entre con él perro, tome tazones, croquetas, un lindo suéter y jabón.
Llegamos a mi departamento y lo primero que hice fue meterlo a mi bañera para quitarle toda esa mugre de su pelaje, en él baño él no dejaba de lenguetearme la cara como agradecimiento, terminamos y lo seque, era aun mas bello sin esa mugre en él, le puse su suéter, y en su cuello había un collar pero de tanto pelo no se veía, logre ver la placa y su nombre era Spike...
Le di de comer al igual que yo mi di de comer, comí un par de donas que tenia en casa con un vaso de leche, y nos fuimos a dormir...
Puedo jurar que los dos rezábamos para que solo fuera una pesadilla.