Daniel era un niño de tan solo 10 años, el cual tenía un sueño un tanto peculiar. Mientras que algunos querían llegar a la luna y otros anhelaban ser como sus padres, él deseaba volar. Todos los demás niños y sus maestros de la escuela decían que era imposible y que dejara de decir tonterías, pero él no les hacía caso, aunque no todos estaban en contra de él ya que tenía a alguien que sí le creía.
Su mascota, un chihuahua de apenas 7 meses llamado Tomy, de pelaje entre crema y blanco y con una personalidad bastante alegre y juguetona era quien sí le creía, o al menos es lo que quería pensar. Daniel, siempre tenía conversaciones imaginarias con Tomy debido a ciertos problemas familiares los cuales hacían que se sintiera muy solo cuando no tenía a su fiel compañero, además de que con su corta edad ya tenía una autoestima muy baja.
Su padre, Eduard, un hombre de negocios que siempre estaba al tanto de lo que ocurría en su empresa constructora la cual era la más importante de la ciudad, y su madre, Nicol, que cuidaba y protegía todo lo que podía a los animales que estaban en el zoológico que su esposo había construido. Aquella inmensa estructura llamada "Zoo-Fun" era la atracción principal en toda la ciudad, atraía a familias, parejas, y hasta a personas de la alta sociedad puesto que contenía diversas zonas especialmente adaptadas a cada tipo de fauna que contenía. Iba desde feroces leones y extrovertidas aves, hasta curiosos pingüinos y dominantes elefantes, para Eduard no le resultaba muy difícil conseguirlos ya que tenía muchos contactos y amistades que le brindaban todos aquellos animales, y es por eso por lo que podía complacer a Daniel con una que otra mascota de vez en cuando.
Volviendo con Daniel y Tomy, ambos jugaban siempre en el patio como los mejores amigos que eran, y se la pasaban conversando mucho sobre lo que hacían durante el día, sobre lo increíblemente genial que sería el poder volar, y Tomy siempre "le decía" que algún día podrá lograr su sueño tan anhelado.
Una tarde, cuando Daniel justo había llegado después de una larga jornada estudiantil por que dieron algunos comunicados y tardaron más de la cuenta, Tomy se emocionó mucho por la llegada de su amo, por lo que actuó por instinto y salió corriendo a la calle. En medio de la pista, otro perro estaba cruzando en dirección opuesta a la de Tomy causando que éstos se chocaran. Tomy iba a una velocidad tal que literalmente había lanzado al pobre perro al otro lado de la acera, mientras que él se quedó aturdido en medio de la pista, pero antes de que pudiera recuperarse por completo, un camión paso por encima de Tomy poniéndole fin a su vida.
El pobre de Daniel quedó en un estado muy depresivo, ya que Tomy, quien era su único y mejor amigo el cual lo acompañaba todos los días desde que llegaba de la escuela hasta que se iba a dormir, ya no estaría nunca más con él a partir de esos primeros días del ultimo mes del año.
Sus padres, al ver a la pobre condición de su hijo, trataron de animarlo consiguiéndole otra mascota como adelanto de su regalo de navidad, ya que no querían que esté solo. Ellos sabían que Daniel quería demasiado a Tomy, después de todo, aunque no estaban con él tenían a Tomy para que le haga compañía y esté cuidándolo. Esta vez era un shih-tzu el que adoptaron de la perrera y le llamaron Rocky, de color marrón con las patas blancas y con una especie de collar blanco formado por su propio pelaje, hace no mucho que había llegado a la perrera, y a pesar de ser una especie muy linda y algo costosa, esto hizo sentir aun peor a Daniel, ninguna mascota reemplazaría a Tomy ni a las conversaciones que tenía con él. Daniel intentaba conversar con Rocky, jugar con él, pero éste solamente lo ignoraba o se quedaba dormido como siempre, por lo que Daniel se desesperó más por no tener a su mejor amigo, inclusive se sentía culpable por tratar de reemplazarlo.
Las siguientes semanas Daniel se ponía cada vez peor, por ocasiones escuchaba como la voz de Tomy lo llamaba, pero no pasaba de eso, hasta que un día Daniel comenzó a tener alucinaciones donde veía a Tomy que hablaba con él como siempre lo hacía. Esto hizo muy feliz a Daniel, a tal punto en el que a veces se hacía el enfermo para no ir a la escuela y quedarse hablando con Tomy, ya que podría volver a estar con su mejor amigo, dejando de lado sus estudios y a Rocky mientras incrementaba un cada vez más el odio al pobre shitzu.
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Mi perro Tomy
TerrorDaniel es un chico solitario, siempre estaba sólo en casa cuando llegaba de la escuela. Él tenía una mascota llamada Tomy, un perro al cual él consideraba su mejor amigo, puesto a que siempre le motivaba para cumplir su sueño, el poder volar. Un día...