Hoy ya es 6 de septiembre de 2008, en Holmes Chaple, Inglaterra. Las escuelas abiertas, las personas despertando en las calidas pero húmedas mañanas de otoño, y los adolecentes ya listos para un nuevo dia de clases.
Harry Styles, un chico de 14 años cumplidos en febrero del mismo año, tímido, pálido, de ojos verdes como la hierba, estaba en su casa esa misma mañana alistando sus útiles para el colegio.
Harry era tratado diferente por su forma de ser. Él era amable, cariñoso, totalmente diferente a los demás. Rumores que la ignorante gente decía eran la causa del trato hacia el adolescente. Los comentarios afirmaban que era gay, nada malo de hecho, pero ese simple rumor hacía que hasta sus maestros más comprensivos le reprobaran las materias.
Harry vivia con su madre Anne, su hermana Gemma y su muy agradable padrastro, Robbin. Personas del bien, comprensivas y amables que luchaban por la justicia de su hijo, hermano e hijastro.
Pero algo que ni Harry , ni su familia sabian era que en el mismo continente, precisamente en Doncaster se encontraba el alma gemela de Harry.
Louis Tomlinson , un chico de 16 años , con un humor unico, bajito pero imponente, y con los ojos que reflejaban el color del mismisimo oceano. Louis pasaba por lo mismo que Harry. Harry pasaba lo mismo que Louis. Dos almas destinadas a estar juntas. Dos almas que encajaban perfectamente unas con otras. Dos almas que al juntarse se amarian incondicionalmente.
Cansados de la vida que llevaba Louis, Johannah toma una decision. Algo que podria ser un exito, tanto como podria ser un fracaso.
Para Louis lo que parecia ser la peor noticia del mundo. Sus padres se mudarian a Holmes Chaple y tendrian que dejar todo lo que habian construido en Doncaster. Pero lo que Louis no sabia es que fue la mejor decision que pudieron tomar en su vida...
ESTÁS LEYENDO
●El que lo perdió todo●~L.S
FanfictionUna palabra que arruina vidas: bullying. Este es el caso de dos simple jovenes, que al conocerse el amor se apodera de ellos. Pero, en este asqueroso y homófobo mundo... El amor siempre vence