Días después aquí estamos, saliendo del aeropuerto de camino a casa. Algún día teníamos que volver, hemos estado tres días en Barcelona y apesar de los bajones puntuales que me han dado y los mensajes de Marcos me lo he pasado genial. Con Ana es imposible pasárselo mal, siempre sabe que hacer para animarte y agradezco un montón que me haya llevado hasta esa playa para hacerme olvidar los problemas y recordar ese día tan maravilloso en el que conocí a una de las personas más importantes de mi vida. En el coche de camino a casa de Ana me llega un mensaje de Marcos: Ni se te ocurra ir a casa de Ana, te quiero en casa ya, tenemos que hablar.
Ana: Oye nena, estaba pensando que podríamos pedir algo para cenar.
Anna: No puedo Ana, necesito que me lleves a mi casa.
Ana: ¿Por qué? ¿Ha pasado algo?
Anna: No, no ha pasado nada. Es que no tengo ganas ahora de fiesta, solo quiero llegar a casa y dormir.
Ana: Bueno pues para otro día será.
Ana me lleva a casa, se despide y se va. Antes de entrar me espero unos minutos para prepararme mentalmente ante lo que va a pasar ahí dentro, no creo que me espere nada bueno. Cuando creo que estoy lista entro y dejo la maleta en la habitación. Allí me lo encuentro sentado en la cama.
Anna: Hola..
Marcos: Pensé que ni siquiera me ibas a saludar..
Anna: No empieces por favor, no tengo ganas de discutir.
Marcos: Espero que hayas disfrutado estos días con tu querida Ana porque ahora ha llegado el momento de hablar.
Narra Ana
Cuando llego a casa están todas las luces apagadas. Dejo la maleta a un lado y en ese momento alguien me abraza por detrás. Supongo que es Oliver por los besos que deja en mi cuello.
Ana: Mm.. si me vas a recibir así me voy de viaje cada semana..
Oliver: Te he echado de menos. [Me besa]
Ana: Ya veo.. [Digo cuando me agarra fuerte del culo] ¿Y esto de tener las luces pagadas? ¿estás ahorrando?
Oliver: No, es que he preparado una cenita y para que quedara más bonita pues he apagado las luces y he puesto unas velas.
Ana: ¿Y eso?
Oliver: ¿Qué pasa? ¿No puedo prepararle una cena romántica a mi mujer?
Ana: Claro que puedes y a tu mujer le encanta y le encantas. [Le beso]
Durante la cena Oliver no se separa de mí. No ha parado de darme besos y mimos en toda la noche, está más cariñoso que de costumbre y yo no me quejo, me encanta que sea así. Después de recoger la mesa nos sentamos en una hamaca mientras nos bebemos una copa de vino.
Ana: Estás muy tontorrón hoy, ¿no?
Oliver: Para nada. [Me quita la copa de la mano y la deja a la mesa junto a la suya]
Ana: ¿Ah no? Pues para mí que sí.
Oliver: Te tengo muchas ganas. [Me besa]
Ana: Gordo.. ¿lo vamos a hacer aquí? [Digo cuando me empieza a desabrochar la camisa]
Oliver: Si ya lo hemos hecho aquí otras veces.. [Me besa el cuello]
Ana: Sí pero hace frío..
Oliver: Tranquila, yo te caliento enseguida..
Cuando me despierto ya es de día y Oliver no está a mi lado. Estoy desnuda tapada simplemente por la toalla que estaba en una de las hamacas. Me parece muy raro que Oliver se haya ido sin avisarme y aún más sin llevarme a la cama dejándome en el jardín muerta de frío. Me levanto y entro en casa. Miro la hora, las 11:30 de la mañana. Hoy iba a empezar en Zapeando pero ya no me da tiempo a llegar y encima me he pillado un resfriado por haber pasado la noche fuera.
(WhatsApp)
MiRubia😻Yo: Nena, llama a Lore para que me sustituya hoy por favor, estoy resfriada.
MiRubia😻: Lore está aquí ya, como no llegabas la hemos llamado por si acaso. ¿Estás muy mal?
Yo: A vale, bueno, más o menos, pero no es nada grave, no te preocupes.
MiRubia😻: ¿Oliver no está ahí?
Yo: No, no sé dónde está.
MiRubia😻: Cuando termine el programa voy para allá.
Yo: No hace falta rubia, estoy bien.
MiRubia😻: No protestes, antes de las siete estoy ahí.
Yo: Vaale.
MiRubia😻: Hasta después preciosa❣(Fin de la conversación)
ESTÁS LEYENDO
La suerte de mi vida [CANCELADA]
FanficAna Morgade y Anna Simon son amigas desde que eran jóvenes. Tienen su vida hecha y les va muy bien en su trabajo. Llevan siendo amigas mucho tiempo hasta la vuelta de Ana a España, en ese momento cambia todo, poco a poco sus vidas darán un giro.