Acción 13°

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Corrí, si, pero al baño, mis ganas de vomitar me estaban matando, el tan solo pensar que voy a dañar a alguien y los nervios de estos dias me revolvieron el estómago.

Como es que pueden hacerlo como si nada- pensé

Cerré la puerta del cubículo donde estaba, asegurándome de que no sea posible abrirla, saque de mi mochila un paquete negro, el que obtenía todo lo que me dieron.
Como debo hacerlo?, en que momento?, puedo sentir miedo pero adrenalina a la vez?. Es como una película de acción, aunque digan que no, terminó siendo la justiciera para escorias como esas.

-Vamos _______, por tus padres- dije volviendo en mi y palmeando mis mejillas de un leve golpe.

Sali del baño sin que nadie me viera y corrí hacia la calle para tomar un Taxi lo más rápido que podía, mientras me subía en el podía a divisar a mis fieles seguidores, así les digo ya que tanto me persiguen esas sabandijas. 

*2:57 pm*

Entré y pude divisar al mismo hombre sentado en la misma mesa que siempre mientras miraba su reloj.

-Disculpa la demora- dije fingiendo estar agitada.

- Si hubiera sabido que mi clienta iba a ser alguien como tu me quedaría todo el dia esperándote- dijo mordiendo su labio mirándome de arriba a abajo.

Asqueroso.

-Perdón la demora- dije colocando un mechón de pelo detrás de mi oreja y tomando asiento.

Estaba muy nerviosa mientras hablábamos, ya no tenía que más inventar, ya no sabía ni cual era mi verdadero nombre de tantas mentiras que dije.

-Podríamos llegar a un acuerdo- dijo levantándose de su asiento para sentarse junto a mí.

-A...ah.. s...si?- que asco, que asco! Alejate.

Se acercó a mi oído, para susurrarme algo mientras que su mano recorría mi pierna acercándose más y más a mi intimidad.
Pegué un salto de la silla, era demasiado esto para alguien como yo.

-Disculpame voy al baño- dije saliendo lo más rápido de ese lugar.

En el baño moje mi rostro miles de veces, tratando de poner mi mente en blanco.

-Viejo asqueroso - dije formando con mis manos unos puños- Vamos _______ tu puedes! -me anime.

Saque de mi media la jeringa que había colocado en ella y de la otra media saque el frasco, preparé todo listo para inyectarle a Soo todo y salir rápido del lugar sin que me vean.
Al salir del baño decidida a seguir el juego y con la jeringa enganchada a la cintura me dirigí a la mesa donde estaba, pero el ya no estaba, corrí rápido a la caja y le pregunté a la mujer si había visto a un hombre alto, con portafolio en mano, esta me dice que acaba de irse y salí corriendo del local.
Ya había oscurecido y al salir divise a lo lejos la figura de aquel hombre, corrí hasta llegar a el.

-Disculpe - dije casi sin aire- por que se fue?.

-No me gustan las chicas que se hacen de rogar- dijo tomando de nuevo su paso para irse.

No podía perderlo, mis padres estaban en juego, malditos sean todos.

-Vamos ..- lo tome del brazo, pegandolo a mi pecho- tengo que pagarte de alguna forma cierto? - puerco asqueroso.

Miró para todos lados y luego tomo de mi mano para llevarme a su auto. No se hacia donde nos dirigiamos pero veía cada calle, cada lugar, el más mínimo detalle, para saber como volver luego.
En todo el camino no soltó ni una sola palabra, hasta que estaciono su coche, estábamos sobre una colina con vista a la cuidad, me encantaría estar aquí pero no con el.

-Baja preciosa- me dijo acariciando mi mano.

Necesitaba que ese hombre cayera en mis redes, desajuste mi corbata y desabroche dos botones de mi camisa, por último levanté un poco mi pollera enrollandola en la parte de la cintura, tome la jeringa y la puse detrás de mi.
Bajé haciéndome la que admiraba el lugar mientras mis manos estabas detrás de mi espalda.

-Ven aqui- dijo dando leves golpes sobre la delantera de su auto.

Me senté a su lado y este sin perder el tiempo se puso frente a mi subiéndome más arriba y separando mis piernas para colocarse en medio de ellas, me arrimo a su erección ya notoria que por poco le rompía el pantalón.
De inmediato pose mis manos sobre su nuca, sin que viera lo que tenía en ellas, el problema era, que en que momento lo hacia, como?.
Trate de sonreirle mientras este besaba mi cuello, para que no notará mi miedo y pudor, jamás me había acostado con alguien y este trabajo sucio no sería la excepción. Comenzó a desabrocharse su pantalón y me asusté por completo.

-Eres toda una zorra - dijo entre jadeos.

Y antes de que me siguiera tocando y yo terminará por arruinar todo, le clavé la jeringa en su cuello, no soportaba más, era un pervertido, que si no fuera por que era yo, ya habría violado u obligado a mujeres inocentes y desesperadas a caer en sus sucias garras.

Cayó de rodillas, con la mandíbula apretada dejando notar las venas en su rostro, no despegaba su mirada de mi, me atemorizo tanto que le pegue una patada en el pecho para que al fin cayera de espaldas y dejará mi mirarme mientras agonizaba.

-Zorra? Ja.... Si claro, en tus sueños maldito pervertido- dije acomodando toda mi ropa- o mejor dicho, en tu infierno..

....

Que es esta sensación de liberación?  No sólo había sacado una escoria más de este mundo, si no que también el padre de Tae ya no me estaría molestando por un tiempo.
Camine por la carretera con los ojos cerrados mientras la brisa me pegaba levemente en el rostro, pero al llegar a la cuidad un auto se me atraviesa y su vidrio trasera desciende lentamente.

-Buen trabajo, por cierto, no te sienta mal lo ya sabes...zorra- dijo el viejo sucio padre de Tae arrojando un maletin hacia mi y saliendo del lugar a toda velocidad.

Había desaparecido lo suficientemente rápido como para decirle sus verdades, así que sólo le hice la seña con el dedo del medio y me dispuse a ver el maletín.

-Que se piensa...- dije indignada.

El contenido de dicho maletin, eran muchos fajos de dolares, me estaba pagando por hacer su trabajo sucio.
Estaba que me salía fuego por los ojos, a todo esto lo hacia por mis padres, no por dinero. Mientras caminaba por el centro de la ciudad, a pocos centímetros había una pareja de personas, una con una campana en sus manos y la otra con una caja entre sus manos.

-Por favor, podrían ayudarnos a salvar ....- No terminaron su frase ya que de golpe deje el maletín sobre la caja que tenía uno de ellos y seguí mi camino, quería deshacerme de ese dinero a lo que de lugar.

-Disculpe -dijo alguien tomando de mi brazo.

-Que? Suelteme - estaba de mal humor debo admitirlo.

Este no dijo nada, pero me miró de punta a punta, me solté de su agarre y seguí mi camino, quería llegar a mi casa lo antes posible.
Apresure el paso y sin darme cuenta al fin había llegado a mi hogar, jamás había estado tan feliz como ese día. Entre rápido, me duche, me sentía sucia, necesitaba despejarme, me quedé en ropa interior y decidi caer de espaldas sobre mi cama, jamás había estado tan cómoda como esa noche.

-Aishhh malditos -dije pataleando en mi cama sin miedo de que los vecinos me escucharán.

Apague las luces y decidi dormir para poder estar en paz al fin, pero lo que no sabía era que esa noche iba a ser de lo peor.

Amor Mafioso (Taehyung y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora