Amor Mafioso (Taehyung y tu)

Callejón 29°

[Narra _____ ]

-Como que ya me estaría cansando de caminar y la noche está refrescando - pensé en alto. 

Sólo veo casas, no veo edificios, adolescentes borrachos, mujeres en esquinas, no escucho música.. nada.
Pero algunas voces agudas se escucharon a unos metros míos.

-Unas niñas? - vi que salían de una casa vestidas casi sin nada puesto.

Sólo chillaban y decían que iban a bailar, tomar mucho alcohol y salir con varios hombres. Parece que llevan ropa interior puesta, sería irónico pensar que la juventud se perdió, me siento una abuela.
Decidí seguirlas ya que ellas me llevarían a encontrar lo que estaba buscando.

-Cuanto más van a gritar? - ya me cansé de perseguirlas.. ruidosas.

Unas calles más y bingo, todo tal cual lo pensé lo veía frente a mis ojos, afuera de cada bar o disco estaban personas que por poco te comían, te saltaban como garrapatas intentando que entres al lugar para donde trabajaban.

- No gracias - lo repetí mil veces ya.

Se que debería entrar a un lugar para empezar a averiguar pero todos parecen lugares de mala muerte,  algunos borrachos tirados en la calle y otros tratando de sostenerse de las paredes.

-Quedate quieta preciosa - a tan sólo unos pasos a mi izquierda había un callejon y ese grito me dio un gran susto.

Empeze a disminuir mi velocidad.

-Alto maldito - la voz de una chica, se escuchaba sin ganas?.

Agregandole de que ya estaba cansada de los hombres tratando a las mujeres así, recordaba yo siendo tratada asi por simples simios, está niña tal vez estaba en apuros y necesitaba de una mano.
Mire rápidamente en busca de algo, cualquier cosa con la que pudiera atacar de repente, luego volví a ver un borracho tirado en la calle con su botella al lado.

-Bien ______ - respire - tiene que ser sólo un golpe.

Conté hasta 3 y pegue una vuelta para entrar al Callejón, un hombre estaba sosteniendo del cuello a una chica mientras le levantaba la falda, asqueroso.
Estaban a menos de un metro, pero cuando el hombre se dio cuenta de que había alguien más ahí la botella ya se había partido en su cabeza, aquel golpe causó un simple desmayo en el, pero me daba el tiempo suficiente para salvar a la joven.

-Estas Bien?- la tome del rostro .

- Me drogo, ese maldito sabía todo - dijo con los ojos en blanco.

- No se de que me hablas pero vamos- quise levantarla pero está se negó.

-Espera ..- se arrastró como pudo y tomó un pedazo de botella que había tirado.

La vi caminando prácticamente con sus manos tratando de llegar al hombre desmayado, se trepó un poco hasta si pecho y al segundo clavo el vidrio en la yugular de este.

- Que rayos - me estampe contra la pared.

No es que le tuviera miedo, no soy nadie para juzgar este tipo de cosas, pero esa chica es tan joven y su rostro no parecía nada al de una asesina. 
El hombre empezó a escupir sangre por su boca y está sólo se quedó viéndolo por un rato, luego se puso de pie con ayuda del cuerpo de este y me miro.

-Gracias por la mano - sonrió- te invito algo sigueme - me hizo seña y camino tomándose de las paredes.

- No me dirás tu nombre ?- le pregunté.

-Ya veremos - me miro nuevamente - tu sigueme.

Caminamos hasta la calle y una camioneta negra la esperaba, está subió y dejó la puerta abierta para que hiciera  lo mismo.

-Entra - dijo impaciente - si te fuera a hacer algo ya lo hubiera hecho.

Por un lado la chica tenía razón, pero por otro había que tener dos dedos de frente como para sospechar de una camioneta negra, sus vidrios oscuros y en el interior una chica que acaba de asesinar a alguien.

-Mejor sigo mi camino- señale hacia otro lado y empeze a caminar.

-Eu - tomó mi brazo la muy astuta - sólo queiro agradecerte por salvarme la vida - me miro con rostro de bebé.

-Esta bien...- dije y entre - no confío en ti ni en nadie pero te seguiré.

Vi hacia adelante al asiento del conductor y al del acompañante y se hallaban otras dos mujeres, llevaban puestas unas gafas de sol a pesar de que era de noche.

- Me gusta tu actitud - puso su mano sobre su cabello y se lo quito?.

-Peluca?- le pregunté.

- Por supuesto, en esta clase de trabajos no te puedes dejar reconocer tan fácilmente - empezó a cambiarse de ropa a una mas oscura y larga.

-Quien es ella?- pregunto la que estaba conduciendo.

-Ella es mi salvadora - tomó mi mano - así que la invitaremos unos tragos para pasar la noche y celebrar el trabajo cumplido.

-Esta bien, ella nos está esperando de todos modos allí por que no tenía noticias de ti- dijo sería la acompañante.

-Ella? - dije ya confundida- trabajo?.

- Si que eres curiosa - apretó un poco más mi mano.

La chica tenía el cabello hasta los hombros y de color rosa, pero su cara había cambiado completamente, no se a donde se había metido la chica cute, la que conducía llevaba el cabello rojo cherry pero de su cara ni idea, al igual que la que estaba en frente mío, su cabello era naranja.

¿Qué tipo de secuestradoras arcoiris son estas?

Todas se mantenían en silencio y yo estaba pensando seriamente en abrir la puerta y saltar del vehículo aunque estuviera en movimiento, ya llevábamos más de 10 minutos andando y los lugares se estaban acabando.

-Llegamos - freno de golpe la colorada.

-Bien bajemos- dijo la rosita.

Si no me pensaban decir sus nombres las llamaría por el color de sus cabellos y se acabó, no iba a darles tantas vueltas al asunto;  el guardia de seguridad en la puerta nos abrió la puerta sin dudarlo, me miro algo raro pero como acompañaba a las tres chicas no dijo nada.

- Ten cuidado, te podrías perder fácilmente- dijo naranjita.

- Por más que me perdiera es muy difícil que alguien logre hacerme algo sin salir lastimado antes- le respondí.

-Que brava has salido nena - la colorada me miro deteniendo el paso - subamos al primer piso- señaló las escaleras.

La música de un momento a otro había subido dejándome sorda, la gente había empezado a saltar y empujar, si no es por que me sintiera observada ya habría empujado a uno que otro.

Las chicas subían las escaleras y yo las seguia por detrás, en el primer piso el ambiente era totalmente diferente, había sillones gigantes, una barra elegante y mozos por todos lados.
Estas caminaron hacia la última mesa que tenía una vista hacia la pista de abajo, en ese lugar se encontraba otra chica, pero está no tenía colores raros en su cabello, lo tenía negro largo y rizado pero uno de sus muslos que estaban a simple vista estaba completamente tatuado.

-Vaya que tenemos aquí? - me miro de arriba a abajo.