Dylan.
Todavía no puedo creer que me han hecho algo así. Sin más remedio, regresé a mi lugar. Sac me miraba divertido, sabía que se iba a burlar
Comencé a picar papeles y a lanzarlos por el suelo
— oye, eres una maleducada, tirar papeles en blanco está mal. — dijo Sac tratando de sacarme una sonrisa
Me dio igual, ya no tenía ganas de nada
Lo fulmine con la mirada y luego volví a destrozar papelitos, pienso que los estoy torturando lentamente y que sufren, no lo sé, así parece más divertido — iris ini milidicidi tirir pipilis in blinci isti mil mimimi
El rió por mi actitud
— ¿sabes? Al conserje le cuesta limpiar, creo que si dejas de destruir papeles se le hará más fácil el trabajo
— pero para eso le pagan, ¿no? Ya sabes, limpiar — dije mirándolo a los ojos, perdiéndome en ellos, fi.... Mejor, no sigo.
— pero no tienes porqué hacérselo más difícil — respondió
Sí, eso no me hace sentir peor. Seguí con mis papeles un largo rato hasta irnos a la residencia de el Instituto, me tocó el 666 Já, todavía no paro de reír. ¿Acaso yo soy la bestia?
— ¿puedo aconsejarte algo? — dijo Sac, asentí sin mirarlo, él era uno de mis compañeros de cuarto — creo que deberías disculparte con ella, no tiene malas intenciones... Eso parece
— tú lo dices porque no estás en mis zapatos
Tomó aire y de dirigió a mi armario
— eres tan difícil de complacer — dijo negando
— ¿que es lo que haces? — pregunté confundida mientras veía que buscaba y sacaba algo
— ponerme en tus zapatos — contestó con obviedad
Reí por lo bajo — es broma, ¿no?
Él sonrió a lo lejos — nop, estoy tratando de entenderte
Gran compañero. ¿Quien diría que un chico haría algo así por mi?
— oye, no me entran — dijo forzando a sus pies a que entraran en mis tacones
— te puedes lastimar
— por ti, esto y mucho más, Dylan
Sonreí tímida por lo que había dicho, quizá me sonroje.
Sac logró ponerse los zapatos con tacones y comenzó a caminar muy raro, jugamos a las modelos un rato, yo era la presentadora y él, bueno, cumplía con su rolAmbos reímos hasta caer rendidos a nuestras camas, me encontraba mirando al techo
— y...¿entendiste en lo que dije en metáfora?
— de verdad, no entendí. Sólo se que tus zapatos me quedaron di-vi-nos — respondió a lo que yo reí — es broma, lo he entendido desde el principio, sólo.. Te quería hacer reír
Un silencio incomodo se presentó en la sala, ya no sabia de qué hablar. Sac tampoco dirigió la palabra
— ¿sac?
— ¿humm? — dijo somnoliento
— ¿estás.. dormido? — pregunte curiosa — Tan sólo son las siete de la tarde — respondí y me levanté de mi cama para recostarme a su lado, él abrazaba su almohada — tienes baba por toda la cara. Tendrás que desperta..... — decidí quedarme en silencio.
Busqué entre mis cosas y encontré un marcador, el cabello de Sac era corto y algo ondulado, lo que le formaba una especie de flequillo en su frente. Bueno, no era flequillo... Pero si que lo sabe lucirLevante el cabello que cubría su frente y lentamente, le comencé a escribir la palabra "estúpido"
Retuve la risa, quería carcajear. También dibujé un bigote y varias pecas en su rostro
Lo miré detalladamente, se encontraba tan tranquilo... No parecía que era él
— ¿¡que haz hecho!? — gritó divertido al mismo tiempo que abría sus ojos, logrando asustarme y tomandome por sorpresa de las muñecas, comencé a carcajear, me estaba haciendo cosquillas
— ya.. Para — intenté decir mientras seguía carcajeando, mi estómago quemaba por tanto reír y me dieron ganas de orinar
— no hasta que te disculpes — dijo riendo
— no — comenzó a hacerme más cosquillas, era un bruto con esto.
— ¡disculpate!
— ¡no! — seguí carcajeando — oye, ¡para! Me voy a orinar
— pideme perdón y besame los pies
— ni para tanto — él paró de hacerme cosquillas y me miró serio, sonrió con malevolencia y me cargó como a un saco de patatas, caminando por todo el lugar— ¡para, Sac! — exigí
— dis.culpate
— perdón — él paró de caminar y me lanzó hacia mi cama — me las pagaras, Sac Williams.
— uh, que miedo — fingió estar asustado
Já. Já.
— hablando en serio, ¿sabes quienes son las personas que compartirán habitación con nosotros? — pregunté
— no tengo idea — respondió y resoplo — una nueva chica vendrá junto a otro chico, ¿y sabes por qué? — negué con la cabeza — porque les dieron las habitaciones de otros
Genial. — nótese el sarcasmo—
Alguien tocó nuestra puerta

ESTÁS LEYENDO
Esto Es ¡Guerra!
אקראיSusan Wice y Dylan Malcovich, dos polos opuestos llenos de rivalidad Susan, una chica dedicada a sus estudios, le guarda rencor desde el día en que quedó castigada en detención a Dylan, la chica loca y divertida del internado Que comience el juego