Capítulo 10

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El viernes por la mañana, Angelina me informó que debía ir a la dirección pero no para que la directora me retara, sino porque mis papás estaban llamándome. Esta vez acepté y bajé a atender. Angelina esperó fuera de la habitación.

—Hola mamá —dije al teléfono.

—Hola cariño, ¿cómo estás?

—¿Cómo te imaginas? Me metiste aquí sin saber.

—Linda, fue para tu bien, tu papá eligió eso para que te vaya mejor —me contestó con pena.

—Bueno, que se vaya a la mierda, y vos también —dije y corté.

Salí de la habitación y Angelina me miraba sorprendida.

—Buena forma de hablar —dijo bromeando aunque no lo expresara así.

—La odio —dije volviendo a mi habitación.

Escuché que Angelina me seguía.

—Tenés que ir afuera, ya no podés volver a la habitación —pronunció con autoridad.

—Mierda —susurré y me di la vuelta para verla, estaba parada en medio del pasillo con su traje y aquellos tacos, su cabello cayéndole por los hombros y su mirada fija en mí.

—Me hacés acordar a mí —dijo cuando reaccionó.

Ya había mencionado algo similar antes y no sabía por qué lo decía. Todavía no lograba conocer lo que necesitaba conocer sobre ella y ese desafío seguía presente en mi mente.

—¿A qué te refieres? —pregunté acercándome mirando sus ojos y luego sus labios.

—No hagas eso... —susurró.

Coloqué mi mano en su cabello que tapaba parte de su cara y lo coloqué detrás de la oreja. Sentí su escalofrío. Eso era claramente una respuesta negativa de su parte.

—Tenés que irte a clases, andá...

Le sonreí y subí para buscar mi salón de Literatura. La mañana pasó rápido y ya habían puesto las fechas para los exámenes, eran como seis en la semana y creí no ser capaz de estudiar tanto. En el almuerzo, el grupo se acercó a mí y hablamos sobre la siguiente noche.

—¿Ya sabes lo que tenés que hacer? —preguntó una, estando seria.

La miré fijamente.

—Claro que lo sé —pronuncié.

—Está bien, ¿y Angelina?

Volví a mirarla.

—¿Qué pasa con ella?

—Tenés que distraerla o algo así. Por lo que sé, tiene los ojos en vos por tu comportamiento, va a ser difícil si querés escapar de noche. Ella suele quedarse despierta hasta tarde.

—Sí, si no querés que tengan los ojos en vos, tenés que comportarte bien —dijo otra.

Me fastidió mucho lo que había dicho.

 
—Mira, me voy a comportar de la manera que sea, no me interesa que tan difícil sea lo que tengo que hacer, puedo hacerlo y seguir siendo yo —pronuncié algo molesta, realmente el hecho de que mi mamá se haya querido comunicar conmigo me había afectado.

—Como quieras, pero no estamos de acuerdo, si nos llegás a meter en problemas, va a ser tu culpa —dijo.

—No las voy a meter en ningún problema —dije riendo sarcásticamente.

Me había dado cuenta de que estas chicas aparentaban ser algo y eran otra cosa, muy en el fondo eran esas señoritas que la institución quería pero también querían romper las reglas, ser otras pero no podían. Supuse que tenían la presión de sus padres o no querían decepcionar a algún profesor. Al sonar el timbre, fui a mi habitación para realizar mis resúmenes para los exámenes así luego tendría que estudiar y ya. Realmente extrañaba mi colegio anterior y a mis amigos. Éramos un diverso grupo, que hacían casi todo juntos y que habíamos compartido demasiados besos, bebidas y cigarros. Por una parte, quería volver a ese tiempo, noches enteras escuchando música y por otra parte, no quería volver por mis fuertes peleas con mi papá y porque había conocido a Angelina. Se había convertido en una mujer importante en este período, me gustaba mucho cómo nos daba sus clases y su manera de expresarse, me gustaba cómo brillaban sus ojos al vernos, me gustaba besar sus labios, una y otra vez. Me gustaba hacerla sonreír y reír, era una total maravilla y hasta ahora, era lo único que me había hecho bien. Pero me di cuenta de que no sabía mucho de ella y tal vez ella tampoco de mí, así que pensé en proponerle una reunión en secreto a ella también.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2023 ⏰

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