Parte 4

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SoonYoung escuchaba con poco interés lo que su profesor de matemáticas estaba explicando. Y es que, en ese momento lo que menos le interesaba era saber cómo se despejaba una incógnita. Lo único en lo que su mente podía pensar era en cierto chico castaño de actitud dulce.

Y es que pasó todo el maldito fin de semana pensando en lo que le había dicho SeungKwan. Lo sabía, entendía que no se debía ilusionar con SeokMin, y tampoco había convivido lo suficiente con él para hacerlo; pero el poco tiempo que compartió junto al chico hizo revolotear su corazón con tanta fuerza que le daban ganas de mandar a volar la lógica y correr hasta los brazos del castaño.

La puerta del salón fue de pronto abierta dejando pasar al dueño de sus pensamientos, quien fue directo con su profesor, susurrándole algo.

— Joven Kwon SoonYoung, acompañe al señor Lee por favor.

SoonYoung agarró sus cuadernos y mochila un poco confundido y fue directo hacia SeokMin, quien lo tomó de la muñeca y lo sacó del salón de clases, no sin antes murmurarle un "gracias" a su profesor.

— SeokMin — le llamó al chico.

— ¿Qué pasa?

— Eso dime tú. ¿Por qué me sacaste así del salón?

El chico no le contestó, simplemente le sonrió de forma coqueta y siguió caminando sin soltarlo de la muñeca. Estuvo a punto de preguntarle nuevamente por la actitud tan repentina de su parte, pero antes de que pudiera abrir la boca siquiera, sintió como el chico lo metía a un salón con un ágil movimiento y lo acorralaba en la pared, mientras él cerraba la puerta del cuarto.

No le dio ni tiempo de ver dónde estaba, ya que SeokMin pego sus labios a los suyos con una rapidez y ferocidad, como si fueran tan necesarios para él como respirar. SoonYoung simplemente se dejó llevar por la sensación, así que subió sus brazos al cuello del chico y empezó a corresponder el beso. Sintió como el castaño lo cargaba de los muslos y lo sentó en una superficie dura y algo húmeda, haciendo que SeokMin quedara entre sus piernas.

Sus labios se tuvieron que separar por la falta de aire. Fue así que SoonYoung pudo ver dónde se encontraba. Eran los baños del instituto, que en ese momento estaban totalmente vacíos porque todos los estudiantes se encontraban en clase. También se había dado cuenta que el chico lo había subido a los lavamanos para poder besarle con mayor comodidad.

No tardó mucho antes de que SeokMin volviera a unir su boca con la suya, pero esta vez con mayor pasión y desenfreno, metiendo su lengua entre sus labios e iniciando una guerra junto con la suya. SoonYoung empezó a subir su mano por la mejilla del chico, topándose con sus lentes, moviéndolos, haciendo que casi se cayeran. Escuchó como SeokMin soltaba una pequeña risa y se separaba de él para quitarse los lentes.

— Perdón — se disculpó SoonYoung.

— No hay problema, es mi culpa por no quitármelos antes.

— SeokMin.

— ¿Qué pasa?

— ¿Por qué usas lentes? — el castaño volvió reír, haciendo que el peliazul se avergonzara — N-no digo que no me gusten, solo que, no te había visto con ellos en tu departamento ni en la fiesta.

El chico tomó a SoonYoung por sus mejillas y le dio un pequeño beso en los labios, avergonzando aún más de lo que estaba al mayor.

— Los necesito solamente para leer. Por eso casi siempre solo los uso para la escuela.

SoonYoung miró a SeokMin. Su apariencia había cambiado radicalmente desde la última vez que lo vio. Su cabello estaba comúnmente desordenado, estaba usando su típica ropa holgada, y sus preciosos ojos avellana eran opacados por el cristal de sus gafas. Sin embargo, él siempre había considerado a SeokMin como un chico apuesto. Sin importar que se vistiera de forma sexy o de la común.

The Virgin Boy [SeokSoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora