I. Charlie da un paseo por la playa

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Primera Parte.

Para Charlie era bastante agradable oír aquella combinación de sonidos dulces que caracterizaban los sábados por la mañana en su departamento. Su hermano mayor era responsable de esa melodía etérea, tocando con su gigantesco cello la pieza Endless Love que llevaba practicando desde hace días. El pequeño curioso, absorto y perdido en las grises nubes que veía por la ventana, nunca se había interesado en tocar ningún tipo de instrumento, solo le interesaba chapotear en la orilla de la playa y llenarse el cuerpo de arena blanquesina junto a sus amigos.

Debido a su estatura, debía subirse encima de una silla para poder abrir las persianas de la habitación y así mirar a través de la unica ventana que en ella había, justo en medio de las dos camas donde él y su hermano dormían.

-¿Por qué no puede seguir durmiendo contigo? -reclamó el hermano mayor, cuando su madre dijo que Charlie ya estaba lo suficientemente grande para mudarse y dormir en su habitación, hace casi tres años.

-David, debes obedecer siempre -lo regañaron, y con una mirada fulminante de parte de ella, éste cedió enfadado.

Mientras recordaba aquella conversación que había escuchado a sus seis años, Endless Love terminó con un La final y al instante comenzó All Of Me, lenta y pausadamente.

La familia de Charlie era una familia bastante normal y tranquila. Charlie tenía ocho años, mientras que David, su único hermano, acababa de cumplir los diecisiete hace solo un mes atrás. Respecto a su madre, ella era una mujer bastante linda y callada, divorciada cuando David solo tenía nueve años y él llevaba unos pocos meses en su vientre. El pequeño niño decidió bajarse de la silla donde estaba observando la playa y dirigirse a la sala, con el objetivo de hablar con su hermano.

Caminó descalzo por toda la habitación hasta llegar a la puerta, teniendo que apartar con los dedos algunos juguetes que él mismo había dejado en el suelo, y que debía recoger pronto si no quería que David se enojase. Finalmente salió de la habitación y enfrente de él se encontraba un cuidadosamente limpio ventanal que servía de puerta a la sala-comedor-cocina. Si Charlie giraba hacia su derecha, vería la puerta de entrada, la cual se encontraba al final de un largo pasillo decorado con algunos retratos abstractos, retratos que Charlie solía observar cuando estaba aburrido. En este pasillo, en la pared del lado izquierdo, había una puerta de madera que llevaba al almacen, donde la Sra. Goulding guardaba las comidas y algunos productos de limpieza.

Su hermano mayor se levantó, apoyó el cello en la mesa para que no se caiga y abrió el ventanal.

-Ah, ya estás aquí. Es hora de comer -le dijo al verlo parado del otro lado.

-No tengo hambre, quiero ir a jugar afuera -anunció el menor infantilmente. Él era bastante diferente a su hermano David, mientras que él creció junto con sus amigos, su hermano fue aislado del resto de chicos y estudió toda la primaria en casa debido al miedo de su madre a que alguien le hiciera daño. Tal vez por eso David era tan callado en su casa, mientras que cuando estaba con sus amigos en fiestas o en la escuela, se liberaba y era bastante manipulable a hacer locuras junto a ellos.

-Está bien, te daré un sandwich, pero debes estár aquí en media hora antes de que mamá vuelva del trabajo -cedió el mayor como siempre lo hacía y le dio un sándwich de pollo, lo único que sabía cocinar.

-No te preocupes por mí, mariquita -contestó Charlie con una sonrisa, una de sus muelas se le había caído hace muy poco. David también rió, ellos eran bastante cercanos en casa y solían decír groserías cuando la Sra. Goulding no estaba.

Segunda Parte.

Y allí estaba, persiguiendo un pequeño cangrejo que escapaba de él despaboridamente intentando meterse en el agua. Charlie corría deprisa, pero aquel pequeño le estaba sacando ventaja y ya casi se le escapaba, el niño lo llevaba persiguiendo hace casi cinco minutos. Finalmente el crustáceo alcanzó la orilla y, sin que se pudiese evitar, se sumergió en las fuertes olas de aquel día perdiendose de vista, como si las hambrientas fauces del mar lo hubiesen deborado completamente.

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⏰ Última actualización: Oct 17, 2017 ⏰

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El asesino de MaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora