pharah y mercy

¿Donde estas?

Luego de escapar de la base Ángela y fareeha buscaron un lugar donde esconderse, llegaron a una cabaña abandonada, se veía algo antigua no habían muchas cosas adentro, una mesa una cama y un cajón llenos de polvos.

-este lugar queda alejado de la base, nos quedaremos esta noche- dijo fareeha quitándose el traje

- esta bien aquí no nos encontrarán por ahora- dijo Ángela

-tenemos que encontrar a Genji, tienes alguna idea de donde pueda estar? Doctora- pregunto fareeha a Ángela con un toque de seriedad que se podía notar en su voz.

- la ultima vez que me escribió estaba en el templo meditando- respondió Ángela 

- te enviaba cartas?-

-si-

- cuando fue la ultima vez que te escribió?-fareeha estaba de espalda

- el año pasado- dijo Ángela

Fareeha no dijo ni una sola palabra.

-Todo esta bien?- preguntó Ángela

- si- dijo fareeha

Ángela se acercó por su espalda abrazandola, fareeha acaricio sus brazos.

-me hubiese gustado enviarte cartas así sabrías que siempre he pensado en ti-dijo fareeha

Ángela guardo silencio besando la espalda de su amada, ese beso causo un efecto relajante en la morena.
Ángela se separo de ella fareeha se dio la vuelta quedando frente  a la rubia.

-amo ver tus ojos- dijo fareeha mientras acariciaba el rostro de Ángela. Acomodando sus cabellos entre sus orejas.

En ese momento el tiempo se detuvo para Ángela se sentía como nunca antes se había sentido. Era más que estar solo enamorada, ver a través de los ojos de fareeha era como ver un amanecer o un atardecer. Hermosos, cálidos,  sinceros, tiernos y enamorados era la mirada de la morena que se cerraba lentamente al acercar sus labios  para besar los suyos.

Los besos llenaban de amor el rostro de la doctora que sonreía abrazando el fuerte cuerpo de fareeha, tocar con sus manos esos brazos fuertes bien formados con el toque femenino.

Pasaron la noche abrazadas Ángela recostada al pecho de fareeha, era como estar unidas del corazón.

Al amanecer comenzó la búsqueda de aquel hombre llamado Genji, Ángela no sabia exactamente donde se encontraba pero tenia una vaga idea de la ultima carta que le escribió.

Volaron con sus trajes hasta un templo al oriente. No había nadie el templo parecía haber sido quemado.

De repente una flecha paso cerca del rostro de fareeha quien ágilmente se aparto de la trayectoria de la flecha.
Una sombra veloz corría rápidamente por los escombros era casi imposible ver que era lo que se movía al rededor.

El primer instinto de fareeha era proteger a Ángela de cualquier peligro.

Fareeha observo los movimientos del atacante de repente se lanzo contra el con una velocidad y fuerza impresionante lanzándolo hacia unos escombros apunto con su lanza cohetes y antes de disparar Ángela corrió justo en frente de su arma

-ALTO!!!! -grito Ángela.

Fareeha bajo su arma

-es Genji - dijo Ángela -ayudame a sacarlo de los escombros-

Ángela sujeto el rostro de Genji quien con debilidad intento atacarla cayendo nuevamente en los escombros, el impacto de fareeha fue brutal un poco mas de fuerza y no estaría vivo.

Ángela curo sus heridas.

- esas manos? Pensó Genji en voz baja - solo una persona es capaz de curar así ¿Ángela?-

-si soy yo- contesto la doctora

El hombre abrazo débilmente a la rubia el abrazo duro mas de lo adecuado y eso despertó los celos en fareeha quien interrumpió el abrazo empujando ligeramente a Genji.

- quien eres? Preguntó Genji

- soy la jefa de seguridad de...-
Fareeha  fue interrumpida por angela quien solo se limito a decir su nombre.

-su nombre es fareeha... por ahora creo que nacesitas descansar Genji-

Genji guardo silencio su mirada se limitaba a los ojos de angela y era como si tuviera  a un angel en frente. mientras Fareeha  notaba su mirada clavada en su amada.

- tenemos que buscar un lugar donde descansar- dijo fareeha

- tengo que curar las heridas  de Genji aun hay heridas que necesitan ser atendidas debidamente -dijo angela -fareeha  puedes buscar un lugar mientras curo las heridas de Genji-

Fareeha se dio vuelta empuñando sus manos tratando de disimular  sus celos. Odiaba dejar a su amada pero ella se lo pidio y fue a buscar un lugar donde pudieran pasar la noche.