Adiós, amor mio

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Después de decir esto Ymir agarro una silla que había al su lado, se sentó y se durmió profundamente aun sosteniendo la mano de Christa.


Abrí mis ojos perezosamente por los fastidiosos rayos del sol, mire hacia arriba y ahí, ahí está ella, mi pequeña reina, parecía una bella durmiente, aun estando en este estado es hermosa...sonrió ante la idea de que se despierte y me dé un beso de buenos días como siempre lo hacia, pero mi sonrisa desaparece casi al instante al recordar en la situación en la que nos encontramos, ella en coma y yo casi muerta, sacudo mi cabeza intentando no pensar en ello, me levanto de la silla en donde me encontraba y beso suavemente sus labios.

Voy al baño de la habitación y me miro al espejo, tengo una aspecto horrible: piel pálida, ojeras además de que podía ver como mi cuerpo tenía muchas cicatrices, levante mi bata, y pude observar casi con horror como casi en la totalidad de mi cuerpo tenía gasas, algunos rastros de cortadas, unas ligeras cicatrices y lo más preocupante una venda bastante grande cubriendo de las mitad de mi torso hasta mis caderas...definitivamente no pintaba nada bien todo esto, estaba mal, lo sabía cuando de un momento a otro se me vinieron las palabras de la doctora 3 días, no más que eso sonreí con cinismo,  solamente contando con hoy me quedaban 2 días, 2 días en los cuales ya nunca más podría ver a Christa, no podría ver mas su sonrisa de ángel, no podría escuchar más su hermosa voz...

No sé en qué momento sucedió cuando paso, no lo se, pero ahora mismo vi mi reflejo y estaba llorando, tal vez lo necesitaba, necesitaba desahogarme de todo lo que me aqueja no solamente era el hecho de que mi pequeña reina estuviera en una cama postrada en coma, también estaba el hecho de que no la volvería a ver, no podría estar más con ella.

Deje que mis lágrimas fluyeran, la verdad lo necesitaba todo esto excedia mi límite, me deje llevar por mis sentimientos y termine como una niña indefensa tirada en el piso llorando.

No sé cuánto tiempo había durado allí, no lo sabía solamente me levante, lave mi cara, me acomode la bata y salí al cuarto, me metí en la cama y me dispuse a dormir no quería comer, digo ¿para que? de todas maneras moriré...

Por la noche hice lo mismo que la vez pasada, sostuve la mano de Christa y me dormí en la silla que está a su lado.

Al siguiente día, me levante, fui al baño hice mis necesidades todo "normal" en realidad me sentía muy débil pero realmente sabía que era por el cáncer ese con nombre extraño.

La doctora Hanji venía cada rato a preguntarme como estaba y de paso a revisar a Christa, casi no le ponía atención hasta que entrada en la noche escuche que un susurro decir está mejorando podía notar un toque de felicidad en su voz, yo estaba más que alegre ella iba a estar mejor, tenía posibilidades de seguir con su vida, tener un vida normal, realmente me alegré por ella.

No había cambio en estas dos noches había hecho lo mismo, estar al lado de Christa hasta que me durmiera, hoy que era mi último día en el mundo no iba a cambiar eso así que agarre la mano de Christa, me sentía muy cansada realmente cansada, mi cuerpo me parecía demasiado pesado, ahora lo sabía me iría de este mundo y ¿Christa? ella viviría y iba a estar bien...sentí un poco de sangre recorrer mi labio inferior, sonreí por última vez, me acerque como pude a la cara de Christa y plante un beso en sus labios vi un poco de sangre en estos, era mi sangre, con todo el esfuerzo que pude hacer volví a sentarme y susurre un casi inaudible "te amo" por ultima vez a la mujer que mas amaba en el mundo mientras cerraba mis ojos lentamente.


Te amo. fue lo último que dijo o mas bien susurro la morena en esa habitación con su último aliento a la mujer que estaba a su lado, la mujer que más había amado en el mundo...

A la mañana siguiente la doctora Hanji fue a ver a sus pacientes, entro y lo primero que visualizo fue a la morena dormida o eso creía en una silla al lado de la cama de Christa, se acercó y la movió un poco al hacerlo logró voltear la encontrados con rastros de sangre en la sabana y su boca totalmente llena de sangre, se alarmó y tocó su mano encontrándose con que estaba fría, estaba muerta, lo sabía y no había nada que pudiera hacer...De un momento a otro escucho un desgarrador grito.

¡Ymir!ㅡ Christa había despertado y ahora estaba sosteniendo el cuerpo de la morena fuertemente mientras lo sacudía, gritaba y lloraba desgarradoramente.

 

Íbamos en el auto con Ymir, yo le estaba peleando porque Sasha me había dicho que me era infiel, de un momento a otro ella se quitó el cinturón, me abrazó y me dijo "te amo, nunca te seria infiel" beso mis labios rápidamente y luego sentí un impacto muy fuerte, escuchaba cosas a mi alrededor sirenas de ambulancias, voces de personas y lo que mas le puse atención fue a la voz de Ymir que me había dicho "por favor despierta, despierta y regaña me, gritame por no poder cumplirte, por favor Christa...despierta y perdóname por no cumplir mi promesa de protegerte y estar siempre contigo..."

Estaba muy confundida, ella nunca me había dejado sola, siempre ha estado conmigo pero cuando dijo eso sentí una fuerte opresión en mi pecho, sentía que algo malo iba a pasar.

La última vez que escuche la voz de Ymir dijo "te amo" su voz sonaba débil y después de eso nada...un silencio absoluto, me sentía sola pero ¿por qué? Ymir estaba a mi lado...

Abrí mis ojos, en primera no sabia porque los tenia cerrados ni siquiera los podía abrir y todo se veía borroso, suponía que era porque había tenido los ojos cerrados, cuando todo se empezó a aclarar vi una habitación blanca, una persona de bata mirando hacia abajo vi lo mismo que esa ¿mujer? si, era una mujer veía y me encontré algo que me dejó en shock, que nunca en mi vida me hubiera imaginado ver, vi a Ymir con una casi imperceptible sonrisa en sus labios y estos llenos de sangre alrededor de ella estaba manchado de sangre, sentí mi mano derecha un poco pesada y pude observar que Ymir la tenía sujeta, fue tanta mi impresión al verla así que sin importarme que hubiera alguien allí grite desgarradora mente su nombre

¡Ymir!ㅡ mis lagrimas empezaron a fluir, no las quería detener de todas maneras, la mujer que estaba allí llena de sangre y...muerta, era a la que le jure amor ¡¿por que la vida me la tenia que quitar?! ¡¿por qué?! 

Sostuve la mano de Ymir con fuerza aunque sentía que está fría, ella estaba muerta y yo no podía hacer nada para que viviera, me sentí tan inútil en esos momentos...de repente un recuerdo de cuando estábamos peleando o más bien cuando yo le estaba peleando llego a mi mente, mis lágrimas fluían con furia, lo recordaba, fue mi culpa por haberla hecho perder el control del carro, fue mi culpa..por mi culpa ella estaba muerta...

No le creí, confié en alguien más que en su palabra, ella siempre me amo, no hubiera sido capaz de lastimarme...ella me salvó, sacrificó su vida por mi y aun así fui capaz de desconfiar de ella...

ㅡ¡No! Si tan solo hubiera confiado en ti...Ymir...todo es mi culpa.


Por no confiar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora