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No podía hablar.

No podía decir ni una sola palabra.

No podía pensar.

El recuerdo de esos putos goles seguían rondando en mi cabeza.

Quizás podría haber hecho algo.

Quizás si hubiera reaccionado antes.

-Hueon, ¿Estaí?-. Los golpes en la puerta me sobresaltan.

-Pasa-. Veo la cabeza del Gary asomándose. Trata de sonreír, pero su sonrisa no llega a sus ojos, no se le ilumina la cara.

-¿Puedo entrar culiao?

Levanto los hombros.

Da igual.

Todo da igual.

Comienzo a ver como no solo entra Gary, sino una seguidilla de cabezas. Alexis, el Mago, Bose, Jara, todos.

-¿Que hacen aquí hueon?

-Vinimos a hablar po culiao-. Responde Eduardo.

Siempre, después de cada partido durante 10 años nos juntábamos a conversar de cualquier huea.

-Cabros, no es hora de hablar. Tenemos que ordenar las cosas.

-Ya, después ordenamos-. Responde el Gary.

-Nopo Culiao, si ya nos vamos...

-Claudio...-. Miro a los ojos al Gary y siento un nudo en la garganta, un nudo que pocas veces había sentido.

-Perdimos. Perdimos nuestra opción de ganar po hueon, nos farreamos una clasificación que teníamos asegura', nos farreamos el mundial. La gente no merece esta huea cabros...

-No, no se la merece-. No alcanzo a ver quien habla.

-A pesar de todo fue bacan jugar con ustedes cabros...-.

-Ven...-. Gary me abre los brazos.

-No, si hay que ordenar hueon.

-Claudio...-. Me acerco un poco a el, cuando lo hago él me estrecha entre sus brazos. Me acomodo a su pequeño cuerpo. Me acomodo lo más cerco que puedo. Y el estar con él me reconforta un poco, me hace sentir seguro. Seguro para que las lágrimas comiencen a caer. Siento como mis hombros se mueve producto de los sollozos. Me doy cuenta que muchos tienen lágrimas en los ojos, otros sollozan sin poder contenerlo.

-¿Como estará el Arturo?-. Pregunta el Ale.

-¿Y Diaz?-. Acota Aránguiz.

-¿Y el Mati?-. Interrumpe Valdivia.

-Pal pico po, si todos lo estamos-. La sinceridad brutal del Edu.

-Cabros, gracias por los partidos, gracias por todo, de verdad-. Trato de decir entremedio de mis sollozos.

-Hola Capi-. Miro hacia al lado, y ahí en la pantalla del computador del Chapita veo una pantalla dividida. Matias. Marcelo. Arturo.

-¿Que huea?

-Nosotros también queremos hablar po Culiao.

-Jugar con ustedes fue lo mejor que pude pedir.

-Claudio culiao cortala. Si no te vaí a librar tan fácil de nosotros hueon. ¿Nunca viste Lilo & Stich? Tu familia nunca te abandona, ni te olvida po culiao-. El Gary dice cerca de mi oído, pero lo suficientemente fuerte para que todos lo escuchen.

Eramos un equipo.

Fuimos un equipo durante 10 años

Jugamos juntos durante 10 años.

Pero una familia seriamos siempre.

-QUE PASE EL COPETE-. Escucho decir a alguien.

Definitivamente no me podría librar de ellos.

¿FIN?

LOS 23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora