ÉL
No sé como mis mejillas no se entumecieron, me fui a dormir con una enorme sonrisa.
Estuvimos hablando mucho, me diste el dichoso número y me dijiste que no pensara en las penas y disfrutará de las dichas de la vida.
Fuiste muy linda y te conocí más, supe que eras directa y sonriente.
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Mira esa estrella, Rubia.
Short Story-¡Hey rubia!Mira esa estrella de ahí. ¡Qué radiante es! ¿No lo crees? Historia Original. Totalmente mía, prohibida su copia o adaptación. Todos los derechos reservados©