ÉL
Recuerdo que ese día, no pude entrar y quería saber que hacías ahí, esperé un rato y al atardecer saliste. Me oculte y sigilosamente te seguí, pues estaba confundido e intrigado.
No quería que me vieras, así que tuve una distancia prudente y el recorrido que hiciste pasaba por mi casa. De largo observé como mirabas en dirección a la acera donde siempre me encontraba.
Ahí entendí a dónde ibas cada vez que te veía.
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Mira esa estrella, Rubia.
Historia Corta-¡Hey rubia!Mira esa estrella de ahí. ¡Qué radiante es! ¿No lo crees? Historia Original. Totalmente mía, prohibida su copia o adaptación. Todos los derechos reservados©