He hecho una maleta con todas mis cosas, esperando llegar a tiempo. He subido al coche, y bajo la tormenta, me he ido hacia el aeropuerto, que estaba a menos de una hora de mi casa.Tenía que ir lo más rápido posible para no tardar, pero había muchos atascos.
Iba con un vestido y unos tacones, y se me había olvidado el paraguas, el mejor día de mi vida.
Estaba a 5 minutos del aeropuerto, eran las 19:10, y su avión salía a las 19:15, pero no iba a llegar, había un atasco, y no parecía que avanzase.
Entonces he bajado del coche, he cogido la maleta, y me he ido corriendo entre todos los coches, bajo la lluvia, para poder alcanzarle.
Ya era la hora del despegue, y aún no estaba allí, ya me estaba empezando a dar por vencida. Pero entonces he llegado, a la puerta, y he visto que no había nadie. Solo podía llorar.
He decidido volver hacia el coche, pero al intentar avanzar me he caído de rodillas al suelo, no tenía fuerzas par más. Pero entonces he escuchado una voz.
-¿Em?
He levantado la cabeza, y he visto a Paulo. Lo único que he podido hacer a sido abrazarle. Después le he mirado a los ojos, y mis labios se han juntado con los suyos, apasionadamente.
-¿Y el vuelo?- pregunté.
-Se ha cancelado por el temporal.
-Me alegro
-Vamos a casa, yo te llevo la maleta- me dijo.
-Te he echado de menos.
-Yo más.