Ser feliz es encontrar el amor. Alguien me enseñó que el amor no se busca por que el amor ya está. Y habló de amor real, que ni siquiera es el amor de pareja, sino el amor que sale de nosotros. Es el amor que crea, que sonríe, que no tiene altibajos. Es el amor que va mucho más allá del sexo, de las promesas, de lo físico, de los retos. Es el amor que no hemos aprendido a dar o a recibir, porque estamos muy ocupados llevando a cabo la definición equivocada de amor. Desde que nacemos nos enseñan que el amor se trata nadamas de una emoción entre las personas. Por eso dudamos de un amor eterno, porque las personas persona somos muy complicadas. SI existe algo que es eterno es el amor. El amor a todo. A todo lo que tocas, a todo lo que ves, a todo lo que oyes, a todo lo que hueles, el amor a todo eso porque es lo que nos recuerda que estamos vivos , activos y llenos de potencial. El amor real, que no es cuestión de sexos ni de personas. El amor como tal y como lo dan los que aman, por que es su prioridad.
El amor como un sencillo y cotidiano cariño del diario, un amor con muchas capas. Pero un amor que regrese a ti como cien mil veces. Un amor que , cuando se trate de la pareja, sea amor a todo. El cobarde no sabe amar así. Los cobardes aman con solo una parte de ellos, que ni siquiera es la parte importante. Aman una parte de su pareja, que tampoco es la más importante, o aman sólo a su pareja y no aman la vida.