Tan sólo tú -Carlos Marco-

capítulo uno.

-___-

-¡___! ¡Despierta! -Abrí los ojos, unos rizos caían cerca de mi cara y unos ojos esmeraldas me fulminaban.

-Vete a la mierda, Harold -Dije levantando el dedo corazón de mi mano izquierda mientras que con la derecha frotaba mi ojo.

-Levanta, anda -Mi hermano me rodeó con sus brazos y me levantó.

-Te odio -Dije cogiendo mis gafas de la mesilla de noche.

-Me amas -Dijo dándome un beso en la mejilla- vístete y ven abajo, te he hecho el desayuno. Date prisa no quiero que llegues tarde -Sonrió y le devolví la sonrisa. Teníamos los mismos oyuelos, la misma risa y los mismos rizos, lo cual me hacía reír. Mi hermano era tan adorable y yo... Tan yo.

Bajé después de vestirme, y vi a Harry toqueteándose el pelo.

-Diva se nace no se hace -Reí mientras bajaba las escaleras.

-¡De tu envidia nace mi fama! -Rió y me miró de arriba a abajo- ¡Qué raro! ¡___ Styles con sudadera y all star un día de clase!

-Já, já, já -Dije levantando, por segunda vez esta mañana, el dedo corazón de mi mano izquierda.

-Come que nos tenemos que ir -Le obedecí y me senté. En apenas cinco minutos ya estaba en el coche de mi hermano mayor, él tenía 19 años y yo 16. Cuando cumplí los 13 nos mudamos de Homes Chapel, Chesire, Inglaterra a Yosemite, California, Estados Unidos por problemas familiares, que supongo, ya os contaré. Llegamos al instituto, le dí un beso a Harry y me bajé y busqué a Carlos con la mirada. Carlos era mi mejor amigo, aparentaba ser un chico normal, a veces demasiado. Siempre iba con camisas oscuras, sudaderas o una camisa que decía 'my best friend bought me this shirt and would not let me take it.' amaba que se pusiera esa camisa *insertar carita perversa* bueno, a lo que iba, aparentaba ser un chico normal pero como dice mi canción favorita de Imagine Dragons 'Mírame a los ojos es donde mis demonios se esconden'. Los padres de Carlos se divorciaron cuando él tenía catorce años, y se mudó con su padre desde Alicante, España a aquí. Él tiene un año más que yo, vamos, 17. Cuando tenía 14, su padre empezó a pegarle, no sé mucho de ese año, ya que a él no le gusta hablar de eso, lo cual no veo raro. Bueno, cuando cumplió los 15 le trasladaron a un centro de menores hasta hace 4 meses. En ese tiempo no se juntó con muy buena gente. Empezó a beber, y a meterse en el mundo de la droga y las peleas... Nunca pensé que un chico como él podría haber estado en un estado como aquel. Yo le conocí cuando intentaba 'salir' de aquel mundo, hace unos dos años, en ese tiempo me dí cuenta de lo fuerte qué es. De verdad, es tan grande, y me recuerda bastante a mi hermano, se pasa el día cantando -y pegándome- lo cual me parece taaaaaaaaaaaaan adorable. Hace cuatro meses le trasladaron a una casa con una familia con una hija pequeña, Carlos hablaba lo menos posible de esos 2 años.

-Carlos-

Ese día me había llevado a clase mi padre, bueno, Jhonn, se me hace raro llamarle mi padre, pero era mejor que aquel hijo de puta que me arruinó la vida. '¡Joder, Carlos! ¡Ya!' me dijo mi mente 'Vete a la mierda' me respondí a mi mismo. Esperaba en la puerta del instituto a ___ con un cigarro en la boca, 'debería dejarlo, esta mierda es... Una mierda. ¡Bravo Carlos!' Tiré el cigarro al suelo y lo pisé, levanté la mirada y vi a ___. 'Mi rescate' pensé, en realidad era verdad. En dos años se había convertido en alguien muy especial, éramos más que mejores amigos. Pero no éramos como los de la películas, no sentíamos nada 'amoroso' el uno por el otro, éramos... Hermanos. Pero los dos sabíamos que si yo o ella saliéramos con alguien nos enfadaríamos. Ella era mía y yo era de ella. Ella no era como esas chicas de los fanfictions que leía ella -mi mejor amiga es belieber, ¿vale?- ni siquiera era tan delgada como las demás, ni vestía como ellas. No lo necesitaba, sinceramente yo la veía increíblemente preciosa con esos 'kilos de más' que ella decía, no necesitaba más. Además ella quiere a un ex drogadicto y bebedor, perdón por la brusquedad pero hay que quererla. Desperté de mis pensamientos y fuí hacia mi mejor amiga.

-¡Enana! -Grité abriendo mis brazos, este fin de semana no habíamos quedado y la echaba de menos.

-¡Carlos! No te veía, pensé que no venías -Me abrazó y le dí un beso en la frente- Hueles a tabaco... Me gusta -rió.

-Rara, ya sé por qué no tienes novio -Reí y ella se quedó en silencio, 5 segundos después recibí una colleja- Estabas tardando -Reímos al unísono.

-Vamos, no quiero llegar tarde por ti -Me lanzó una mirada de odio -falsa, obviamente- y me tiró del brazo hacia dentro del instituto.