Capítulo 2- Tony

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--Tones.

Escondí mi cabeza entre mis brazos obligando a mi cerebro a mantenerse distante. Estaba durmiendo tan bien, ¿hace cuánto no lo hacía?

--Tones...

Creo que el gruñido que escuché salió de mi boca. No estoy seguro y no me importa. Sentí que unos brazo intentaban levantarme pero intento aferrarme a... demonios, no tengo de dónde.

--Eso es bella durmiente, levántate-- levanté la cabeza sintiéndome drogado y bueno, estar desplomado contra una mesa de metal explica por qué no tenía unas sábanas o almohadas de donde aferrarme.

--¿Dónde...?-- el laboratorio. Frunci el ceño, no recuerdo cuándo fue que terminé aquí. Bostese y miré hacia un costado para saber quién estaba todavía intentando ponerme de pie --Osito de miel.

--Si, dime como quieras pero ponte de pie. Vamos.

Sonreí haciendo lo que Rhodey decía. En todo momento me dejé arrastrar como rebaño humano hacia donde quiera que mi mejor amigo quiera llevarme. Con suerte será a mi cuarto y con mucha más suerte se cansará de empujarme y me cargará.

Y no, no me avergüenza que me vean siendo cargado cual princesa. Perdí la vergüenza hace tiempo y no estoy planeando recuperarla. Además de que no sería la primera vez que pasa.

--No pienso cargarte, Tony-- me desplome aún más contra su cuerpo --. Tienes que ducharte así que termina de despertar. Apestas. Agradece a Parker que no dio aviso a Potts y fue conmigo en su lugar.

--Oh... pobre hijo mío, viéndome en éste estado.

Me reí apartándome de su cuerpo mientras parpadeaba e intentaba que el sueño se fuera. Los pasillos de los laboratorios estaban desérticos así que seguramente es de noche.

--Son las tres de la madrugada. Date una ducha rápida y luego duerme como una persona normal en tu cama.

Estaba por contestar que con la ducha terminaría de perder el poco sueño que me quedaba pero me quedé cayado viendo a mi mejor amigo de arriba abajo.

--No te rías. Fue un regalo de mamá-- resopló y solte una carcajada antes de que él pudiera tapar mi boca. De verdad Rhodey debe amar a su madre para usar ese pijama celeste con estampado de ositos vestidos con uniformes militar --Deja de reír, quiero volver a mi cuarto y dormir. No todos somos vampiros.

Asentí aún con su mano tapando mi boca. Estoy muy cansado para molestarlo un poco más. Agua caliente es mi objetivo principal ahora que estoy muy consciente de que no me baño en días.

Dejé al buen Rhody ir a su cuarto asegurándole que luego de ducharme iría derechito a mi cuarto a aprovechar las pocas horas de sueño que me quedaban. Por supuesto que que serían pocas porque él se aseguraría de levantarme y que no perdiera las primeras clases de mañana.

Ah... y como un buen chico también tengo que agradecerle a Peter por no ir de chismoso a Pepper.

Todos los huesos de mi espalda y cuello sonaron cuando me estire mientras el agua caliente caía sobre mi cuerpo. Treinta minutos después y caminaba hacia mi cuarto secando mi cabello, creo que ya debo cortarlo. Miré la puerta de mi vecino y suspire cansado, espero que no esté haciendo ejercicio o que tenga una pesadilla porque me equivoqué, el agua no me quitó el sueño.

Antes de entrar a mi cuarto rode los ojos. Quién diría que tendría al Capitán América durmiendo a tan sólo unos pasos de distancia. Seguro Howard estaría saltando de felicidad como un fanboy si estuviera en mi lugar.

Cuatro horas.

Según el reloj dormi cuatro horas, pero siento que apenas cerré los ojos un minuto cuando Rhodey ingresó sin tocar a mi cuarto para quitar las sábanas y levantar el colchón lo suficiente para hacerme caer de cara al suelo.

locked awayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora