Hora de dormir

Capítulo único

Chekov era el más joven en la Enterprise, por lo que siempre estaba intentando probarle a los demás su valía. Por ejemplo, tomaba turnos dobles en el puente para que nadie creyera que era débil. Aunque Sulu le decía constantemente que nadie pensaba mal sobre él, Chekov sólo quería asegurarse de que fuera así. Y de esa manera es como se encontró excesivamente agotado durante el cambio Alfa. Aunque esto no comenzó de una manera demasiado terrible. Chekov ya se encontraba en su asiento cuando los demás entraron, y aunque definitivamente lucía exhausto, aún seguía funcionando.

- Tomaste los turno beta, gama y nocturno, ¿no es así? -le preguntó Sulu mientras se sentaba.

Chekov lo miró y se encogió de hombros. Sus ojos tenía grandes bolsas oscuras y su piel estaba pálida y húmeda. Parecía que fuera a derrumbarse en cualquier momento, pero Sulu no dijo nada al respecto. Había visto a Chekov sobrecargado de trabajo con anterioridad, y el joven navegante siempre salía adelante.

- Los otrros nawegantes están enferrmos -explicó Chekov, acentuando por todos lados.

Durante su tiempo en el puente juntos, Sulu había aprendido que el acento de Chekov se notaba más cuando se encontraba cansado o enfermo; asintió con la cabeza, tomando nota mental de estar al pendiente de él durante el turno.

Alrededor de la primera hora, el turno transcurrió sin contratiempos. Chekov logró mantener los ojos abiertos, pero arrellanado en su asiento, y su voz y sus movimientos carecían de su habitual energía.

Estaba demasiado ocupado pensando. Si saltaba el almuerzo, podría dormir alrededor de una hora antes de ir a trabajar con Scotty. Al menos, suponiendo que el navegante Beta se sintiera mejor. Si no era así, Chekov podía consultar con los otros navegantes para ver si alguien podía cubrir el turno. Sintiéndose cada vez peor, Chekov empezó a calcular cuánto tiempo tardaría la cafeína de una taza de café en darle energía. Si la tomaba treinta minutos antes del final del cambio Alfa, comenzaría a sentir los efectos cuando los turnos cambiaran. Entonces tendría aproximadamente tres horas antes de que empezara a caer. Así que en algún momento necesitaría un tentempié azucarado, solo para mantenerlo despierto.

- Pavel, ¡levántate! -susurró Sulu, enviando una fuerte patada a la pierna de Chekov.

Chekov se sobresaltó y se encogió de sorpresa. ¿Desde cuándo habían dejado la órbita del planeta? ¿Se había quedado dormido? Chekov se volvió hacia Sulu para obtener respuestas, pero el piloto solo suspiró y se puso en pie.

- Capitán -dijo Sulu, volviéndose hacia Kirk, quién estaba inmerso en una conversación con Spock y completamente ajeno a la siesta de Chekov. Se detuvieron abruptamente y se volvieron hacia Sulu.

- ¿Sí, señor Sulu? -respondió Kirk, con la ceja enarcada en cuestión. No era común que Sulu lo interrumpiera, pero cuando lo hacía, casi siempre era por algo grave. Y el piloto parecía preocupado.

- El alférez Chekov tiene que ser excusado del deber -explicó Sulu-. Ha trabajado en los últimos cinco turnos y es peligroso que alguien tan privado de sueño navegue. De hecho, acabo de despertarlo de una siesta.

- Alférez, ¿el teniente Sulu nos informa correctamente? -preguntó Spock a Chekov, cuyo rostro se volvió rojo brillante.

No le gustaba esa atención. Prefería establecer su rumbo y esperar a que algo interesante sucediera. Tal vez leería algunos de los libros de ingeniería que le dio el señor Scott. ¡Oh! Se había olvidado de ir con él por su lección el día anterior. Con suerte, Scotty podría perdonarlo. Tal vez podría excusarse de ir al baño justo antes del cambio de turno para que pudiera usar el tiempo para disculparse con el señor Scott. Odiaba pensar que había dejado al ingeniero solo.