Capitulo XXXIV

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                    Cambios de humor?

JD: hola podemos hablar

R: claro que si

JD: lo lamento, no debí enojarme contigo, al fin y al cabo no fue tú culpa que él te besara, ni siquiera estoy molesto contigo, es solo que se me junto todo, la ropa de Daniel, el hecho de que estuvo contigo y me ofusque, lo lamento de verdad

R: yo también lo lamento, debí enviarle sus cosas hace tiempo y así no habría tenido que venir a buscar esos dichosos papeles

Juan Diego se acercó a Regina y besa su cuello, - creo que debemos hacer las paces como dios manda , además tenemos una reconciliación pendiente,.

Juan Diego comienza a quitar la blusa de Regina prosigue a quitar sus short, dejándola solo en bragas, luego comienza a besar cada parte de su cuerpo, su perfecto cuerpo, no hay un centímetro de él que no haya besado ya, Regina toma el mando y quita su camisa y luego sus bóxer ahora Juan Diego se encuentra completamente desnudo, Regina pasa su lengua por sus labios, lo mira y dice,- hoy mando yo.

JD: no tengo ningún problema con eso.

Regina toma el mando de la situación, se quita las bragas y se sienta a horcajadas sobre él, haciendo que su miembro erecto la penetre, hace movimientos circulares y pausados, ambos gimen aaah, al principio Regina controla su deseo por devorarlo, pero la darse cuenta de que él le suplica con la mirada  que aumente la veracidad de sus movimientos, ella lo toma del cabello y tira su cabeza hacia atrás y comienza a dibujar círculos más potentes sobre sus caderas cosa que Juan Diego agradece, pero él necesita más, así que deseoso de hacerla suya  y sin importarle que ella tenga el poder, se para de la cama con ella aun en brazos y la lleva hacia una de las paredes de la habitación,  donde la toma como quiere, la posee, la descontrola, ambos jadean de gozo.

Regina se baja de la cintura de Juan Diego y lo arroja al sillón, luego se tira sobre él, comienza a morder sus labios, luego su pecho y a descendiendo poco a poco lamiendo y mordisqueando por cada parte donde pasan sus labios, el gime de deseo ummmmm..,  llega a la parte baja de su abdomen y se encuentra con un miembro erecto, pasa su lengua por la punta de su pene y le da un pequeño mordisco, el vuelve a gemir, Regina vuelve a subir, toma el miembro de Juan Diego y lo introduce dentro de ella, comienza hacer movimientos de arriba abajo, ambos jadean de pasión y deseo, estar juntos era extraordinario, Juan Diego llevo a la cama y le hizo el amor como nunca, fue tan lindo, se notaba que no solo era algo carnal si no que había sentimientos puros y hermosos entre ellos.

Era sábado por la noche y Juan Diego acompañaría a Regina a la cena de beneficencia de la clínica, Juan Diego se encontraba en la parte de abajo del apartamento de Regina esperando que ella terminara de arreglarse.

-amor vamos baja ya te has demorado demasiado, baja ya mujer

- no seas exagerado, espera que estoy casi terminando

- eso me dijiste hace media

Quince minutos después Regina bajo las escaleras, Juan Diego se quedó paralizado, no sabía que decir.

-tan mal me veo

- claro que no, valla te ves hermosa, ese vestido, no sé qué decir eres perfecta

Juan Diego no mentía ese vestido de color rojo con escote en forma de corazón y decorado con joyas swarovski la hacían lucir realmente hermosa, su cabello casi recogido, sin duda alguna deja a cualquiera sin habla.

Entre dos Amores (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora