Prólogo

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Han pasado días desde que otro sujeto de prueba ha muerto sin embargo no me sorprende en lo absoluto, sufrió mucho con las dosis nuevas que pidió mi colega la semana pasada, tratamos de contactar con su familia pero fue en vano, no sabíamos que hacer con el sujeto difunto pero ya se nos ocurrirá algo.

Llevo investigando al ser humano desde hace mucho tiempo hasta perder el interés por mi edad o por mi vida social, la única amiga que tengo es la doctora Alphys aunque no le llamaría amiga, somos "compañeros de trabajo", ella para ser una gran científica tiene novia y una vida social normal, creo que porque es más joven supongo.

Éstas semanas han sido muy problemáticas ya sea por las diversas muertes de los sujetos, infinidades de demandas por asesinato u homicidio o por el sujeto de prueba número 7, éste sujeto ha sido un gran éxito, no ha sufrido daños ni física ni psicológicamente aunque si ha cambiado de humor, imagino que es por la edad. Digamos que es el único sujeto que ha causado más problemas que todos por su comportamiento terco y descortés, a veces preferiría que muriera de una vez por todas pero eso sería agregar otro cargo a mi balanza de pecados.

-Gaster...- una voz me hizo sacar de mis pensamientos.

-¿Qué sucede Alphys?-

-Disculpe por entrar así a su oficina pero le he estado llamando durante 5 minutos...- Alphys jugaba con sus dedos apenada por "molestarme" o tal vez sea maña de ella ya que lo hace muy  a menudo.

-Disculpa, he estado muy estresado por todo lo que ha pasado- me siento en una silla y dejo salir un suspiro.

-L-lo sé... No es el único que lo está-

-¿Para qué me llamabas?-

-Oh si, Gaster... Ya no podemos seguir resolviendo esto nosotros dos nada más, han ocurrido muchas muertes, los reactivos llegan muy concentrados y no tenemos tiempo de revisarlos todos-

-¿Y qué solución propones?-

-Buscar... Un... A-asistente- dijo esto temblando.

Bufé por la idea tan absurda que me propuso mi compañera, aunque pensándolo bien si nos hace falta más empleados aquí, pero no quiero que éste asistente se entere de la horrible verdad que se esconde en éste laboratorio, el salario es muy tentador para cualquier científico promedio, será fácil buscar un asistente pero no quiero a cualquier asistente...

-Alphys... Puede ser una buena propuesta pero necesito idear algo para elegir al mejor asistente de todos los científicos-

-Tranquilo señor Gaster ya tengo la solución- Alphys fue en busca de un montón de papeles amontonados y me mostró uno de ellos.

-Brillante idea Alphys, ahora solo falta revisar el resto-

Alphys se emocionó al decirle tal cumplido, estaba feliz y decidida a ejecutar su plan con mi ayuda, en cuanto a mi, necesitaba encargarme de un asunto.

-Oye Alphys ¿Puedes ocuparte del resto mientras me ocupo de algo?-

-Claro Gaster, pero no se tarde, tenemos mucho por revisar-

-Será rápido, de eso no lo dude-

Caminé fuera de mi oficina y recorrí todos los pasillos, todas las puertas tenían escrito el número que se le denomina a cada sujeto. Aún recuerdo mi primer sujeto, era una chica muy atractiva para cualquier hombre, tendría como unos 13 años y sin embargo ésta chica era huérfana por lo que decidí hospedarla en mi laboratorio, fue muy crédula al pensar que de verdad la quería como una hija o como una hermana menor, fue la primera vez que manché mis manos y mi conciencia de maldad, pero por ahora no quisiera recordar esa historia.

Entré en la habitación número 7 y dentro de ésta contenía un tanque gigante de agua además de las maquinas que controlan el flujo de agua y de los reactivos, dentro de ese tanque se encontraba mi dolor de cabeza de todos los días, una chica con piel morena de cabello marrón, sus ojos siempre han estado cerrados desde que la conocí y ni siquiera sé como puede ver así, su cuerpo estaba cubierto de una tela blanca pero sólo en sus partes íntimas, al parecer estaba dormida cómodamente como si de una cama acolchada se tratase.

-Despierta- encendí la luz al abrir la puerta, despertó haciendo una mueca de disgusto.

Ella sólo se levantó y se estiró, no quiso verme a la cara.

-Tampoco me gusta el hecho de interrumpir tu sueño ya que es el único momento en el que no te pones testaruda- ella sólo optó por nadar simulando no escucharme.

-Necesito que estés atenta a mis palabras porque no lo volveré a repetir, mañana vendrá un nuevo invitado y digamos que su estadía en éste laboratorio será por mucho tiempo si logra hacer bien su trabajo- la sujeto se detuvo en seco, creo que sabe de lo que hablo.

-¿Por qué te cuento esto? Muy fácil, porque ya te estuve estudiando por mucho tiempo como para saber que eres una persona muy difícil de tratar y quiero que seas cortés con éste nuevo presente ¿entiendes?- me dirigió una mirada frívola.

-En tal caso de que tus modales no sean los adecuados pondré más dosis a tu miserable estanque y ver que sucede- su mirada frívola cambió a una de enojo.

-Bien, creo que aquí culmina nuestra fructífera charla, adiós- después de eso le di la espalda, apagué la luz y cerré la puerta.

Es la primera vez que la amenazo de esa forma, nunca pensé que llegaría hasta ese límite pero es por el bien de la reputación del laboratorio y de nosotros. Al salir de aquella habitación oí sollozos de parte del sujeto, quizás fui muy duro con ella pero no tengo más opción.

-Alphys ¿Cómo vas?-

-He terminado de revisar por lo menos 50 páginas-

-Bien, te ayudaré con el resto- eran como 200 páginas o inclusive más.

-Oye y... ¿Q-qué cosa fuiste a hacer?- se levantó de su silla y dejó los papeles ya revisados en otra mesa aparte.

-Revisar a los sujetos, nada fuera de lo ordinario- espero que se lo crea.

-Oh... Bien...- tomaré eso como que no se lo creyó.

Fue tan largo el proceso que terminamos a la media noche, Alphys está loca al hacer 500 tipos de exámenes diferentes, sin embargo sus preguntas eran  difíciles, sólo alguien con un gran coeficiente intelectual podrá pasar alguno de estos exámenes y poder seleccionar al mejor de los científicos, que lista es a pesar de haberse tomado la molestia de hacer ésta locura de papeleo.

-Ok, ahora sólo falta la publicidad, yo haré folletos y hablaré con Mettaton para que nos patrocine ¿Está de acuerdo?- dijo Alphys.

-Totalmente-

-De verdad muchas gracias señor Gaster ha sido muy entretenido hacer esto con usted y que me haya apoyado en todo- sus ojos brillaban tras decir eso.

-Tranquila Alphys, por algo somos colegas- puse mi mano en su hombro.

Ella sólo se limitó a sonreír y acomodar los papeles para colocarlos en un estante, yo por mi parte estuve acomodando algunas cosas de mi oficina, Dios, las horas pasan volando, debemos descansar cuanto antes ya que el día de mañana estaremos muy ocupados.

FaithtaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora