La Esquizofrénica

Capítulo 4

La sensación de irrealidad a mi existencia es mas fuerte que yo, puedo sentir como me hierve la sangre que corre por mis venas y me hala los huesos que me esta partiendo en dos la razón...

Todo a mi alrededor se estremece, siento como mis manos toman pulso, lo primero que mis ojos ven es a la niña de mi lado sentada en un lugar que no le corresponde; la veo de reojo y se que sí comienzo por su rostro repugnante terminaría cortándole su cuello. Mi subconsciente me apoya esta de acuerdo con ello, no paro de reír imaginarla gritar y sangrar como Carrie, hace que me sienta más extasiada; mis manos tocan su cabello Rizado, esto es muy divertido, jugar a las trenzas con mi hermana como lo hacia antes hace que mi mente viaje a muchos años atrás: como olvidar cada momento inolvidable, después que terminaba de entrelazar mis dedos en su cabello tiraba de el sobre el suelo, me gustaba escuchar el grito que maullaba ella mientras la arrastraba por el pasillo, luego las gradas, después el patio y terminábamos en la calle. Lloraba a ríos como una loca endemoniada, por algunos moretones recibidos por los muebles de la casa, lloraba así, como esta llorando esta niña...
<Quieren que la suelte, que me detenga pero la sangre no me ha parado de quemar en mis venas; de pronto algo en mi cambio, recordé que esta niña no es Carrie, no era lo que yo una vez acabé>
Ahora estos gritos salen de mi, ahora yo soy quien va a rastras por el pasillo, ahora yo soy quien intenta soltarse y no puede, mis brazos duelen y mi garganta se seca.

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Abro los ojos todo esta nublado todo mi cuerpo aún duerme. El silencio de esta habitación blanca y tan pequeña hace recordarme el motivo del porque estoy aquí. Estoy harta de reprimir todo los sentimientos en mí, que un día salga y vea sol y luz de nuevo luego despierto y me encuentro con una habitación tan oscura que me conduce al pecado...
   Mi madre entra seguida de mi padre se que es lo que harán    
— Levantate Wendy, iremos a casa y no saldrás de tu habitación durante una semana — sus palabras no me causan nada ni siquiera que me llamara Wendy me molesto, mamá siempre fue así, siempre nos castigaba encerrandonos en la habitación.
— Ya no volverás a la escuela Wendy quedaste expulsada por tus estúpidos ataques — mi padre  un hombre estúpidamente orgulloso y egoísta, el que no daba más oportunidades. Carrie y yo no lo soportábamos por su incorregible actitud.

Desde que llegamos a casa ninguno de los dos dijo nada. Ellos son esa clase de padres, que no conocen a sus hijos dicen  conocerlos, al estilo " somos sus padres claro que los conocemos perfectamente" eso no es suficiente sin ni siquiera saben por lo que pasan hasta que llega al maldito final, hasta que no los necesitamos mas, hasta que ya no reciben la misma atención dada mientras fuimos unos pequeños, como el beso de buenas noches que Carrie y yo les dábamos, el abrazo cada vez que llorábamos cuando ya no los buscamos más. 

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Vuelvo al mismo lugar, a la misma casa, a la misma habitación. Algo volví a encenderse en mi, lo que me deja insaciable es que pude ser yo misma otra vez.

Se que esta noche será larga, molesta y perturbadora...

La noche ha vuelto como a diario la veo venir y junto a ella vienen delirios y desvelos agonizantes.

Esto causa miedo, de seguro si no misma fuese una noche, no soportaría ni a mi propia sombra.

El silencio inunda la habitación completa. Ese bullicio que grita en silencio detrás de las paredes, se arremolina como una ráfaga de viento que quiere salir huyendo.

Los recuerdos son un tipo de tortura, que se me tatúan en mi piel y mi mente
Como logro escapar de esto?
Si aún recuerdo nuestro final, nuestra revancha, la noción de nuestro juego, mi mejor jacke mate en la tabla de turnos...

Pero tu lo puedes ver no soy yo:
Pero es que mi reflejo no se calla
  Las paredes no se callan
Por las noches no dejan de mirarme y burlarse de mi...
Miles de preguntas quedan en el aire.
Por primera vez pienso que soy la culpable, la culpable de mi propio dolor, crezco y la culpa se convierte en mentira; mentira que a mi misma me encerró en un infierno indeseado.

Frotó mi rostro con mis manos heladas. Empiezo a caminar de lado a lado por todo el pequeño espacio en el que hábito. Trato de reprimir todos mis  miedos, su presencia y su ausencia a la vez es insoportable.

Ahora, al morír el día, cuando la luz se duerme, aparece sin  permiso.

Llega en penumbra y cae en la noche, como agua de lluvia goteando recuerdos. Se acerca con sus pies descalzos calla al silencio con cada uno de sus pasos. Y se rinde el tiempo, obsesionado con su risa...

Ya siento que todo en mi ha cambiado...
No, ya no soy la que era,
Por fuera, el tiempo su trabajo a cumplido,
Y por dentro, la vida en el alma con su cincel golpe a golpe, otra mas diferente ha esculpido.
Tan sólo me queda una parte, sabes de la que te hablo!
Esa que se asoma al mirarte, la única que ni la vida ni su tiempo ha dormido.
Pero yo observó algo mas diferente al mirarme al espejo veo un pecado del pasado oscuro, la fría añoranza de unos padres que lejanos están y una hermana que nunca más a la vida volvió...
   (Y de nuevo otras palabras, se inundaron en mi alrededor)

"Mirame, mirame bien; te burlaste de mi, estoy aquí por ti, conocí el dolor y el fue quien enseño a defenderme, ahora te digo, el juego no ha terminado, no te fíes de mí, no pienses que la revancha a terminado y que te he perdonado, la tormenta no ha pasado no soy lo que tu alcanzas a ver"
(De nuevo esas palabras quedaron en el aire, ni el viento quiere llevárselas).

Carrie!!!