Bajo el manto estrellado
que la noche desplazaba sobre mí,
mis lágrimas no eran más que
débiles gotas de dolor
derramadas en la vieja tierra,
ésta ya de corazón duro
al ver tantas desgracias,
no sería yo la excepción
a su falta de piedad.
Por meses rogué estar bajo esta noche y sobre esta tierra, sólo para darme cuenta que los recuerdos no son más que una niebla, cuando crees que estás por revivirlos jamás encuentras la manera de palparlos.
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Cardos y Flores
PoésiePoemas que pueden resultarte bellos como una flor o hirientes como una espina. DERECHOS RESERVADOS ACEPTO BUENOS Y MALOS COMENTARIOS, SIEMPRE AYUDAN A MEJORAR. ¡DISFRUTEN! Gracias por pasarse.