情欲

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Cuando eran pequeños, siempre habían palabras de que Jeongguk sería un drogadicto y solamente porque sus padres no tenían tanto dinero como los de Taehyung y Jimin.

Pero trataban de nunca hacer caso a esas tontas suposiciones. Después de todo solamente ellos tres eran un grupo de amigos que se querían mucho, y respetaban. Prometían muchas cosas, una de ellas era el jamás separarse y siempre estar juntos. Y eso habían hecho a través de los años; permanecer juntos sin importarles nadie más. Incluso cuando ya habían cumplido la mayoría de edad, se fueron a vivir juntos. Tenían unas expectativas tan altas, pero fue lamentable que al pasar de los años, cada uno fuera construyendo también una vida propia.

Jeongguk trabajaba como cajero mientras seguía con sus estudios al igual que sus dos amigos. Taehyung era repartidor de pizza y Jimin un mesero. Ambos menores se arrepienten mucho de haber conducido a Jimin como un mesero.

Ninguno esperaba a que el chico de cabellos rubios luego de salir tarde en una de sus jornadas, fuera a un bar solamente para emborracharse por el estrés. Tampoco habían esperado que trajera a un desconocido al departamento que compartían. Y Taehyung jamás se esperó ver el rostro de rabia en Jeongguk, además de que el menor había ido a la habitación de ambos solamente para sacar al chico que llegó con las intenciones de follarse a Jimin. La discusión fue grande y ninguno se tuvo el respeto que se merecían, fue como si con ese momento se llevaran tan mal que con suerte y se podían mirar, era como si tirasen toda la amistad de años a la misma basura, a un baúl cerrado con fuertes cadenas y un candado, el cual su llave se encontraba en algún lugar del océano Pacífico.

Taehyung poco tiempo se había enterado de que Jeongguk estaba con una chica y le dolió, porque sabía que su mejor amigo, Jimin, se había terminado de enamorar del menor. Pero dolió más el como su amigo de la infancia se iba consumiendo en el alcohol y acostarse con desconocidos. Tampoco trataba de detener sus aventuras de una sola noche, y eso le llevaba a discusiones con Jeongguk, y aún cuando lo recuerda, su cuerpo se estremece porque si no hubiera sido por una llamada, —que en ese momento ambos mantenían una disputa—, ya estaría sobre él para golpearlo en esa madrugadas donde se preocupaba. No pensaba con cordura y se dejaba llevar por la asfixia de no saber qué hacer.

—Jeongguk —llamó despacio y su garganta dolía. Estaba teniendo sed y no podía tomar ni siquiera un vaso de agua—. ¿Podrías quitarte? Quiero volver a dormir y solamente quiero un poco de agua.

—Jimin aún no llega —se apartó con la mirada fija en el reloj que tenían colgado en la pared. Ya iban a ser las cuatro de la mañana—. Estoy preocupado...

Taehyung hizo una mueca de disgusto.

—Bueno, cuando él no está y te preocupas, pareces muy tierno... —se encogió de hombros, pensando si decir eso o no—. Pero cuando llega, es como sí se fueran a matar en cualquier momento, me asustan.

El de cabellos negros le dio una mirada de molestia, haciendo que Taehyung se estremeciera un poco. Aún no podía caber en la cabeza del mayor en cómo fue que ese chico adorable que pasaba pegado a Jimin, ahora con una simple mirada le podía intimidar tanto.

—Solamente me preocupa. Y me molesta verlo llegar mientras apenas y puede caminar.

—Te preocupa que esté allá afuera tan débil y le pudiera pasar algo —con ambas manos sujetaba el vaso con agua, sus párpados se iban cerrando poco a poco y una mueca de molestia se iba formando en su rostro cansado—. Te gusta y te colocas celoso de que se acueste con otros chicos.

—E-eso no... —las mejillas del pelinegro se colocaron rojas para después morder su labio y bajar la cabeza—. Joder, siempre dices una tonelada de mierda.

Ivre 情欲: KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora