–oye espera, antes de que te vayas ¿podrías darme tu número?— Isaac habló
Habíamos estado un buen rato hablando, era un buen chico, pero extrañaba tanto a Harry que decidí ir a la empresa en la que estaba trabajando, tal vez le lleve un poco de comida, quería sorprenderlo
—claro, ¿por qué no?— le di mi número, nos despedimos y fui a comprar comida
La empresa estaba un poco retirada pero valía la pena, quería estar con Harry aunque fuera por unos minutos.
La primera vez que Harry fue a la empresa lo acompañé, la señorita que estaba en recepción me dejó pasar, era muy amigable.
—papi, te extrañ...—Abrí la puerta y sentí como mi corazón se rompía, no, no otra vez.
Una chica un poco más grande que yo estaba en su regazo, estaban besándose, Harry volteó igual que la chica, casi la tira ya que se levantó muy rápido
—¿es tu hija amorcito?— agarró su brazo
—Amelia, y-yo— no lo dejé que terminará de hablar
—si, soy su hija un gusto— sonreí y la chica se acercó gentilmente a mi, estaba muy operada para su edad, se veía tan plástica, pero era linda
—Harry, no me dijiste que tenías una hija tan linda— volteó a verlo, después fijó su vista a mi —hola, soy Zara— y antes de poder responderle Harry habló
—Zara, podrías dejarnos solos— Zara sonrío y asintió
—oh, no te preocupes papá, no le diré nada a Catalina— sonreí
—¿quién es Catalina?— Zara le preguntó a Harry, pero otra vez lo interrumpí yo
—su esposa— y salí de su oficina dando un portazo, las lágrimas no tardaron es salir
Me sentía horrible, ¿por qué Harry era un cabrón? ¿Estos días estuvo engañándome con esa chica? Demonios me siento una estúpida
Harry no dejaba de llamarme y mandarme mensajes.
Llegué a la casa y lo primero que hice fue subir a la habitación y guardar mi ropa en la maleta, no quiero verlo, ya fue suficiente. Mi celular empezó a sonar, decidí contestar
—¡DEJA DE JODER! ¡YA TIENES A OTRA PUTA! ¡DEJA DE...—
–oye oye, ¿qué fue lo que hice?— era Isaac
—Isaac, lo lamento, pensé que eras.... no importa– suspiré
—¿estás bien?
—no, no estoy bien
—dame tu dirección, iré por ti ¿si?— este chico era tan gentil
Le di la dirección y colgué, se escuchó que la puerta se cerró, sabía que era Harry, sus pasos cada vez se escuchaba más cerca
—¿qué mierda estas haciendo?— lo ignoré y seguí acomodando mi ropa —¿no escuchas? ¡Te pregunté algo!— se acercó a mí y agarró mi brazo con brusquedad
—¿y tú eres estúpido? ¿Qué no es claro lo que estoy haciendo?— estaba furioso
—tú no te vas a ir— soltó mi brazo
—¿por qué me quieres aquí eh? Ya tienes con quien estar– no podía parar de llorar
—eso, eso fue una equivocación, yo te quiero a ti– reí sin ganas
—¿me quieres a mí? Vaya, hasta que cuentas un chiste bueno— volteó a verme
—Ameli, yo...— no lo deje terminar
—¿sabes? Me siento como una idiota al pensar que podía ser la única para ti, me siento tan avergonzada. Pero yo fui la culpable, me metí con un hombre casado, no respete esa relación, soy una maldita zorra— me abrace a mí misma
—no, tú no eres eso— Harry trató de abrazarme pero lo aleje
–no quiero estar contigo, no más, te perdone una vez, pero dos está de más— antes de salir de la habitación, volví a hablar —Ashton tenía razón sobre ti y lo peor de todo, que te defendí — Harry no supo qué decir
Tocaron la puerta, la abrí pensando que era Isaac
—m-mamá ¿qué haces aquí?— Harry bajó, estaba igual de confundido como yo