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―¡Hoseo...kie...!

Se detuvo en el umbral de la puerta que daba a la habitación compartida de Jimin y el rapero, frunciendo el ceño ligeramente.

Sobre la estrecha cama del mayor se encontraba Jungkook, con las piernas y brazos estirados mientras roncaba suavemente, y, bajo el fuerte brazo del maknae, estaba Hoseok, arrimado en una esquina de la colcha, ligeramente encorvado mientras dormía plácidamente.

"Esto es ridículo" pensó, apoyándose en el marco de la puerta, sin poder despegar su atención de ambos cuerpos sobre la cama.

―Ey, Tae, ¿está Hobi hyung den-? ― Jimin se detuvo a su lado, dando un vistazo a la escena en la habitación antes de volver su atención a él―. Bueno, supongo que iremos sólo nosotros a cenar ― apuntó, encogiéndose de hombros.

Sin mirar a Jimin, suspiró.

―Supongo...

El más bajo se adentró en el cuarto, yendo de un lado al otro mientras se cambiaba la franela blanca que llevaba por un suéter rojo, tomando el teléfono sobre su cama antes de volver la mirada a sus dos amigos, aún durmiendo.

―Kookie ― llamó, zarandeando al menor con suavidad ―. Estás aplastando a Hobi hyung, acomódate al menos.

El menor se removió, soltando un quejido antes de recoger sus brazos y piernas, colocándose de costado. Jimin de inmediato lo miró con una sonrisita, alzando sus cejas.

―No hagas eso ― gruñó, despegándose del marco antes de girarse hacia la sala. Su amigo no tardó en alcanzarlo.

―Pero ahora tienes mejor cara ― señaló sonriente ―. Si Kookie supiera lo mal que te pones cada vez que lo cachas en la cama de Hobi hyung, estarías jodido. Creo que no saldría de allí sólo para fastidiarte ― rió, tomando las llaves que se encontraban sobre el sofá, a lo que frunció el ceño más aún, colocándose la boina y la chaqueta que había dejado abandonados sobre la mesa de centro.

―Eso no me pone mal ―masculló, una vez en el pasillo, mientras esperaban el ascensor. Jimin volvió a reír.

―No, para nada. Sólo incrementa tus instintos asesinos hacia el pobre Kookie.

―Jimin... Es en serio. Es Jungkookie de quién hablamos...

―Sí, Jungkookie, la pequeña sabandija que se mete todas las noches en la cama de tu novio ― recalcó, sin borrar la divertida sonrisa de sus labios ―. Me extraña que aún no le hayas dicho nada; sobre todo con lo celoso que eres.

―Yo no soy celoso.

―Sí, sí, como tú digas ― ironizó, rodando los ojos mientras se adentraban en el estacionamiento. Esta vez, Jimin sería quien obviamente manejaría, al ir sólo ellos dos ―. Como sea, ¿qué quieres comer? Tengo muchas ganas de costillas de cerdo.

Mojó sus labios, asintiendo.

―Yo también.

Y así, ambos subieron al pequeño auto que la compañía les había otorgado para sus salidas privadas, embarcándose en una amena conversación acerca de los diferentes restaurantes de costillas de cerdo a los que habían ido y cuál sería el mejor para cenar esa noche.

-

Era martes en la noche cuando Jungkook, todo sudoroso, arribó al apartamento, acompañado de Jin, Namjoon y Hoseok; los cuatro hablando entre risas escandalosas.

―Oh, Taehyungie, ¿qué haces aquí? ― saludó Jin, ligeramente sorprendido. Los otros tres también repararon en él, con las mismas expresiones ―. Pensé que seguirías en la entrevista con Cho hyung...

CELOS VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora