Capítulo 6: Zapatos de tacón

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Si bien con Sehun compartíamos el mismo salón de clases, estábamos sentados en diferentes puntas y no me dirigía la palabra, en realidad, no le dirigía la palabra a nadie.

Las clases se me pasaron muy rápido. Solo podía pensar en lo que me esperaba en la hora del almuerzo.

Cuando por fin llegó el momento, me sorprendí al ver a Sehun con los mismos zapatos que me habían prestado en la clase de tortura, digo, en la clase de baile de salón.

Lo miré un poco sorprendida y pregunté -¿Acaso los robaste?

-No seas tonta. Solo los tomé prestados.- Dijo mirando levemente hacia la izquierda, gesto que no iba a dejar pasar.

-Claro... "prestados"...- Contuve la risa.

-De todos modos eres la única que los usa...- Dijo con un tono un poco infantil.

Terminada la pequeña conversación, el príncipe procedió con su lección, pero no me enseñó a bailar, sino que empezó con enseñarme a usar los zapatos. "Mira hacia el frente" "Imagina una línea recta y síguela" "Ponte derecha".

Con ayuda de una pared, me las arreglé para no caerme, eso ya era mucho avance para mí. Aun así, lo único que hice durante lo que quedaba del tiempo del almuerzo fue caminar en círculos. Mis pies empezaron a doler bastante, aunque era soportable. Realmente no estaba acostumbrada a los tacones.

Al día siguiente comenzaron las verdaderas clases, Sehun trajo esta vez, además de los zapatos, un pequeño equipo de música.

Una vez puestos los zapatos, Sehun puso la pista y se acercó a mí. Nuevamente estaba cerca, pero esta vez me miró a los ojos todo el tiempo. Su mano en mi cintura y la otra sosteniendo la mía. Con una voz muy calma y suave comenzó a decir "Un, dos, tres, un, dos, tres" marcando el ritmo. Pero a pesar de sus intentos, todavía no podía seguirlo, mezclaba los pasos o me atrasaba, incluso lo pisé un par de veces, aunque no tantas como la primera.

Terminó el tiempo del almuerzo, no pude avanzar mucho, pero aun así, Sehun fue muy paciente y no se quejó en ningún momento de mi torpeza.

-Avanzaste bastante, si sigues así, podrás bailar hermosamente en cualquier baile- Sé que intentaba animarme, como siempre mi cara no tiene filtros, debió haber notado que estaba un poco decepcionada del no poder asimilar algo que para él es tan simple.

-Gracias por la mentira. Sé muy bien que no se me da bien esto, pero si tú pones tu paciencia al máximo para enseñarme, yo también tengo que dar mi máximo para aprender.- Le dediqué una sonrisa, que contestó sonrojándose un poco y mirando hacia el piso.

Después de eso solo me di la vuelta y dije en voz baja a la vez que salía por la puerta –Gracias Sehun.-

Aún quedaban las clases de la tarde, pero mis pies dolían mucho, en especial ambos talones y los dedos pequeños del pie. Cuando llegué a mi habitación, supe el por qué. Los estúpidos aparatos de tortura me habían dejado una ampolla en cada uno de esos lugares.

Aunque tenía los pies bastante lastimados, no podía faltar a las clases con el profesor Sehun, él se estaba esforzando demasiado por tolerarme a mí y a mis pies, simplemente no podía echarlo a perder, después de todo, estaba gastando su tiempo para enseñarme.

Hora del almuerzo, comí y fui al salón. Sehun ya estaba esperándome. Me puse los zapatos. Juro que nunca sentí tanto dolor, pero hice todo lo que pude para disimularlo, pero después de un rato mi cara fue muy obvia.

-¿Estas bien?- Preguntó.

-S....-En ese momento sentí un fuerte pinchazo en el talón, si, la pequeña ampolla se había roto. No pude aguantar más, la cara de dolor que estaba aguantando hace rato salió a la luz.

Mi destino en Saint AngelsWhere stories live. Discover now