Como dejar de ser homofóbico en 5 besos (GTOP) (YAOI)

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                                                               Seungri

Ya era lunes. Estaba concurriendo a clases, tratando de olvidar un poco lo que había sucedido ayer. Las palabras de DaeSung seguían clavadas como estacas. No me dolía, sino que me recordaba el castigo que me tocaba por no haber cuidado mi relación con SeungHyun de pequeños. Era mi culpa, y lo sabía. En el pasado varias veces se me había ocurrido llamarlo o, simplemente, mandarle un mensaje de texto. Pero mi emoción por estar a su lado, mi sueño de crear una sonrisa en su rostro, me dejaba ciego al pensar que él estaba pasando por lo mismo que yo.

—¿Estás bien, Seungri? —preguntó YoungBae a mi lado. Sus ojos miel se fijaron a los míos, por lo que no me atreví a mentirle.

—No...

Él suspiró, abrazándome por millonésima vez. No detestaba sus abrazos cálidos. Sin embargo, seguía prefiriendo los de SeungHyun. Mi corazón se aceleraba mucho cuando él me abrazaba. Y con YoungBae no pasaba lo mismo. Me sentía protegido, no tranquilo.

Dejando eso de lado, ¿por qué me sentía culpable?

—¿Quieres algún dulce? —murmuró, apoyando su cabeza sobre la mía.

—No, no tengo hambre.

—Realmente estás mal como para no querer uno de tus caramelos.

Reí bajo. Agradecí por tenerlo de mi lado. ¿A quién le importaba que la persona que estaba abrazando casi violara a su ex pareja? ¡Él era mi amigo, ¿cierto?! Y SeungHyun no podía separarme de él. Sería muy egoísta de su parte. Más aún cuando YoungBae era el único que me consolaba.

—Sigo sin creer que SeungHyun haya dejado que te pase todo esto. —Las palabras de mi mejor amigo me sacaron de mis pensamientos—. O mejor dicho, que yo haya dejado que pase esto. Dejé que tú solo te encargaras de... bueno, que ellos no estén juntos. Perdóname, por favor.

Sus brazos temblaron alrededor mío. La culpa que sentí hacía unos minutos, apareció multiplicada por tres. ¿Ahora él quería cargar con lo que había pasado?

—¡N...no! —exclamé, separándome. Lo miré a los ojos, frunciendo un poco el ceño. No me había enojado. Quería demostrarle que estaba cometiendo un error—. No hagas eso. Nunca más. ¡Y no me refiero a lo que tú dices! ¡Me refiero a creer eso! Yo elegí conquistar a SeungHyun. ¡Yo elegí tratar de arreglar los problemas que están sucediendo! No debes porqué quedarte con todo tú solo. Es mi elección lo que hago, ¿o no?

Su sonrisa hizo que mi corazón diera un vuelco. Admitía que su sonrisa era digna de un modelo. Y que si fuera por mí, lo secuestraría para mantenerlo encerrado en mi habitación.

—Te envidio —comentó—. Tú siempre logras convencer a los demás. Es como si tuvieras una especie de hechizo o algo así.

—¡Por eso no me rendiré! —acepté, decidido.

No iba a rendirme. ¡No lo hacía solo por mi bien! ¡Lo hacía también por el de YoungBae! Si él era feliz con JiYong, debía conseguírselo.

Todo estaba en mis manos.

Y no me arrepentía.

—¿Seungri? —Me sobresalté al escuchar la voz de mi platónico a mis espaldas. Quise girarme para encarar, pero sus brazos me rodearon con fuerza por atrás antes de que pudiera hacer algo—. ¡Dios, me asustaste! ¡¿Dónde te fuiste anoche?! ¡Fui a buscar el botiquín y desapareciste de la nada! ¡Tú y DaeSung casi me dan un infarto!

—E...eh...

—No deberías dejar que tu amigo se acerque a Seungri—murmuró YoungBae, tranquilo. Si él envidiaba mi fuerza de convicción, yo envidiaba sus huevos y determinación. ¿No se suponía que ellos se odiaban a muerte? ¡Estaba como provocándolo a SeungHyun!