No Friends [YoonMin]

El muchacho que lo sabía todo

Un chico, demasiado alto para su edad y el cabello castaño nos esperaba con las manos en los bolsillos, devorándose una paleta entre los labios. Su rostro era del más ingenuo y miraba a todos lados como si buscase algo, realmente entendí que nos intentaba encontrar cuando HoSeok se le lanzó a los brazos y acurrucó su cabeza en el cuello ajeno.

— TaeTae, al fin puedo verte  — Dijo con una sonrisa pegada al rostro.

— Hobi hyung — Murmuró acariciándole el cabello apenas.

Sonreí ante su acto de ternura, pero no evité sentirme celoso cuando escuche el "Hobi", ese era mi apodo. Saliendo de mi pequeño cuadro de caprichos emocionales, aclaré la garganta luego de 10 minutos de abrazos constantes. Lo sabía, HoSeok gustaba de ese muchacho desde las primeras veces en las que me preguntó como se usaba Skype. Horas y horas, texteando o haciendo videollamadas. Mi hyung irresponsable la había liado en grande.

— Tú debes ser Jiminnie ~ — alegó con una sonrisa cuadrada.

— Hola TaeHyung — saludé.

— No seas tan formal, anda. Dime.  TaeTae — dijo haciendo un gesto con los dedos.

— TaeTae — mencioné tímidamente.

HoSeok de inmediato me golpeó con un dedo ligeramente en la frente y prosiguiendo con nuestro viaje caminamos por la ciudad de Daegu. La ciudad era soleada y cálida, realmente caminamos muchísimo mientras mi amigo parloteaba hasta los codos con TaeHyung y aveces se daban miradas cómplices con sonrisas de por medio.

Entendí a donde nos dirigiamos cuando entramos en una serie de departamentos en los suburbios de la ciudad. Realmente tenía una pinta espeluznante y al parecer era normal fumar o ver personas con armas blancas en cada esquina. Tartamudee al preguntar por la ubicación pero de inmediato callé cuando un hombre me miró de un modo curioso asustandome. Entramos a su pequeño departamento, estaba relativamente ordenado pero habían varias cosas que tenían un orden aleatorio. Aún así tenía un cuarto de más donde instaló una pequeña cama para ambos. A pesar de vivir en un barrio marginal, TaeHyung tenía carísima perfumería y la ropa se le notaba con suma clase. Me sigo preguntando qué clase de persona es.

— Aquí se instalarán ambos desde hoy —  dijo con una mano en la cintura.

— Gracias Tae — dije agradecido

— Partiremos a buscar a tu amigo en un par de horas, deben descansar por ahora— añadió mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.

Usualmente, cuando estoy demasiado nervioso me duele el estómago; pero había llegado al punto de morderme los dedos de la angustia y no poder conciliar el sueño. HoSeok se quedó dormido de inmediato luego de comer la sopa instantánea que TaeTae nos invitó. Realmente no podía sentirme tranquilo, una emoción recorría mi pecho y sabía a qué lío me estaba metiendo. Ya no era Estados Unidos, ya no eran las clases de danza contemporánea, ya no era simplemente yo; Park JiMin.

A las seis de la tarde en punto, empezó mi tormento. Realmente no lo podía esconder, TaeHyung lo notó de inmediato, me abrazó gentilmente por los hombros alegando que todo saldría bien, y estarían allí para mi ante cualquier situación. Por alguna extraña razón, me puse mi mejor suéter, acomodé mi cabello y partimos en un taxi, cambiando de ambiente y barrio de inmediato; nos adentramos a otro lugar sumamente descuidado, lleno de bares y clubes, con mujeres de trabajos dudosos y hombres peleando a puño limpio a cada momento. Quedé horrorizado ante todo esto y me arrepentí al haber pensando mal del barrio de TaeHyung. Muy al contrario mío, HoSeok se la pasaba bomba riendo ante las situaciones de peligro que se asomaban. Él siempre era así de despreocupado.