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Un día, hace ya algún tiempo, habitaba en una pequeña cabaña a las orillas de un lago un joven, llamado Lop. la cabaña en la que él vivía no era muy grande, pero era acogedora; tenía dos pisos, en el inferior había una cocina la cual también hacia comedor, una sala y una chimenea, en el piso superior había solo una habitación con una cama, una librera llena en toda su capacidad de libros, un mueble en el que tenía su ropa y una mesita de noche en la que sobre ella había una lámpara de aceite y un encendedor. La casa tenía solo cuatro pequeñas ventanas y una puerta, pero eso no la hacía lucir mal era perfecta para Lop ya que él se encontraba solo en esta cabaña, bueno casi solo, con él vivía un gran lobo que él había criado des de que era un cachorro y ahora era ya un imponente espécimen de su especie. El lago era magnifico, era tan claro que se podía ver el fondo de este; era frio casi todo el año, excepto en la época de verano, que estando tan al norte eran casi solo unas cuantas semanas. En el vivían muchísimas especies de peces y otros animales como ranas, nutrias y salamandras.

Ese día Lop estaba preparándose para salir a cazar junto con su lobo Geri cuando escucho un ensordecedor grito proveniente del interior del bosque, fue tenebroso y desgarrador, un grito de completo terror. Lop grito:

- Geri sígueme –

Y salió corriendo de la cabaña como alma que la lleva el diablo hacia el lugar del que provenía aquel terrorífico grito. Corrió entre raíces, árboles y ramas tratando de sortear el accidentado terreno del bosque para llegar lo más rápido que podía y cuando por fin llego se encontró con una escena aterradora. Una chica de casi su edad siendo sujetada por tres hombres a todas luces mayores que la chica. Ella trataba con todas sus fuerzas de liberarse de aquellos hombres, pero era tan delgada y pequeña que no tenía oportunidad contra tres hombres adultos que forcejeaban con ella. De un segundo a otro uno de los hombres dijo:

- Oigan, ya estoy aburriendo – mientras la miraba con lujuria- ¿qué les parece si aceleramos esto? –

Al decir esto con un tirón se deshizo de la ropa de la chica convirtiéndola en harapos tirados por el frio suelo del bosque. De un momento a otro Lop reacciono y corrió hacia el hombre, cuando lo alcanzo lo empujo con toda su fuerza y lo tiro al suelo. Los otros hombres no tardaron en reaccionar y trataron de tomar por los brazos al chico, pero este antes de pudieran sostenerlo dio un silbido. Geri, reaccionando ante el silbido de su amo, corrió y ataco a los hombres que trataban de herir a Lop; mientras que su dueño se encargaba de coger a la chica en sus brazos, ya está aún en shock no podía siquiera ponerse de pie. Cuando por fin la levanto llamó a Geri y corrieron de regreso a la cabaña, esperando dejar a aquellos hombres atrás. Corrieron tratando de no dejar muchas marcas que fueran fáciles de seguir hasta la cabaña lo cual alargo un poco el viaje de regreso, pero esto era necesario si no querían que aquellos hombres los siguieran.

Cuando llegaron de regreso a la cabaña ya casi era de noche y el clima helaba, al punto de hacerte castañar los dientes, por lo cual entraron a la cabaña. Al entrar Lop dejó a la chica sobre una silla que tenía en su sala y la cubrió con unas pieles que tenía en la casa, después de esto encendió la chimenea con unos troncos y cuando ya había terminado se sentó en la silla que se encontraba al lado de la de la chica. Pero esta seguía aterrada y no parecía haberse calmado aun, pues ella había sufrido un gran trauma unas horas atrás.

- Oye – dijo Lob suavemente - ¿Cómo te llamas? ¿Te sientes bien? ¿No estas lastimada verdad? – pero no recibió respuesta por parte de la chica-

- Mi nombre el Lop – dijo viendo a la chica – si neceitas algo solo hasmelo saber-

Lop se levantó de la silla viendo que la chica aun no respondía de ninguna manera, ni siquiera lo miraba y aun temblaba, aunque estaba seguro que ya no lo hacía de frio. Se dirijo a la cocina, preparo un poco de sopa de patatas y después se la dio a la chica. Esta por primera vez se movió desde que habían llegado a la cabaña, miro lentamente a Lop y luego miro al plato con sopa. Sin pronunciar palabra estiro la mano fuera de las pieles que la cubrían y con su mano aun temblorosa tomo el plato lleno de sopa; lo observo por unos segundos antes de acercárselo a la boca a Lop, quien al principio no comprendía la acción de la chica, pero al pensar con mas detenimiento pensó que ella podía desconfiar de la comida, y por este razonamiento él se acercó el plato de sopa a la boca y bebió un sorbo. La chica no dejo de verlo mientras tomaba el poco de sopa y luego limpiaba sus labios. La acción que Lop hizo le dio la confianza de tomar esa sopa que tan buen aspecto tenía.

Ella terminó rápidamente el plato de sopa, parecía no había probado bocado en días, y ahora Lop pudo notar que la chica estaba muy delgada y parecía estar cansada decidió no hacerle más preguntas esa noche. Le preguntaría más cosas en la mañana, ahora ella tenía que descansar y él también lo necesitaba. Así que la tomo en brazos y la llevo a su habitación, cuando llegaron la coloco en la cama con todas las pieles que él le había puesto. Y se despidió de ella dejándola en la habitación mientras el bajaba a la planta inferior para dormir frente de la chimenea. 

NuestroWhere stories live. Discover now