13

16.1K 915 1.7K
                                    

MELOCOTÓN

Al mirar la extensión de fotografías situadas frente a él Namjoon se sintió extrañamente frío y distante. Sabía que necesitaba explicarse, comenzar a hablar y dejarle saber al resto lo que pensaba, pero no se veía capaz de ello. Las imágenes deberían estar ya colocadas en la pizarra al otro lado de la sala para poder comenzar a desarrollar y establecer conexiones y, aún así, se quedó mirando la mesa de Hoseok, inmóvil y silencioso. No podía retirar la mirada de la fotografía de Woo. Se trataba de un hombre que había estado junto El Chico no hace tanto, antes de que Taehyung pareciera haberle arrebatado el puesto. ¿Cómo afectaba esto a su compañero? ¿Habían pillado y asesinado a Woo en una redada porque los autores suponían que Jeongguk estaría presente en la presunta transacción, bien acompañándole o a solas? Podría tratarse perfectamente de un fallido intento de atentado contra la vida de El Chico. Ninguno de ellos tenía pruebas que negaran esta hipótesis y Namjoon creía que esa era la única explicación posible para justificar la matanza. Eso significaba que Taehyung podría haber sido uno de esos cadáveres acribillados a balas; que debería haber sido uno.

Namjoon podría haberse encontrado ahora mismo observando una imagen suya, de su cuerpo, agujerado incluso más que uno de los objetivos de papel del campo de tiro. De su torso reventado por el plomo o sin una buena parte de la cabeza tras haber recibido una oleada de tiros de alguna pistola. Eso era lo que le había asustado, lo que le había inmovilizado. Namjoon no era estúpido, no había olvidado el hecho de que Taehyung se encontraba en peligro, pero en todo este tiempo no se había imaginado que llegaría a tal alto nivel. El peligro más obvio al que supuso que Taehyung habría tenido que enfrentarse antes de este descubrimiento era evitar cabrear a cualquier otro hombre de Haedogje Pa y mantener su tapadera. Pero Taehyung era listo y conocía a quien se enfrentaba, nunca habría cometido un error tan elemental. Sin embargo, esto no era una tonta equivocación.

Esto era una trampa, una trampa jodidamente gigante.

–¿Qué quieres decir con eso? –preguntó Sungah para romper el momentáneo silencio que se había cernido en la oficina. Su voz trajo de vuelta a la realidad a Namjoon, y le hizo arrastrar la mirada de las fotografías hasta ella. –¿Quién va a intervenir en el tablero de ajedrez?

–No tengo duda alguna de que esto es obra de Kim –dijo Namjoon mientras movía los dedos sobre la mesa. –Kim Jinwoo, no su padre. Todo apunta a él.

El departamento volvió a sumirse en silencio de nuevo ante sus palabras, fijando una uniforme pesadez sobre ellos parecida a una sábana nebulosa. Claramente la afirmación les había tomado por sorpresa, no la habían visto venir. Namjoon sabía que el resto del equipo trabajaba en su propio departamento, que no tenían un conocimiento total de Haedogje Pa, sino a áreas previamente seleccionadas que trabajaban particularmente para, al final, unir todas las piezas entre todos. Taehyung era sin duda alguna el que más sabía, pero no estaba ahí ahora mismo por lo que era responsabilidad totalmente suya explicárselo al resto. Se preguntó si el mismo Taehyung se hacia idea alguna de lo que había sucedido y llegó a la conclusión de que muy probablemente no, no aún.

–¿Por qué crees que se trata de Kim? –preguntó Hoseok, rompiendo el silencio por el resto del equipo. Se movió para doblar los brazos sobre la mesa, justo al lado de las fotografías, encontrando la postura mucho más agradable y cómoda para su estómago en vías de recuperación. –Esa es una gran acusación, y lo sabes. Podría tratarse de cualquier otro hombre, ¿qué te hace pensar que es Kim?

–Bien, sin entrar en ningún tipo de complicadas conexiones: tuve ese presentimiento cuando vi las fotografías. He visto un incontable número de hombres muertos desde que comencé a trabajar en esta mesa y sé que suena extraño, pero cada hombre tiene su propio método, ¿sí? Es como ser capaz de distinguir a El Chico de Jeon, a Jeon de algún traficante de la calle que se carga a alguien de la competencia –Namjoon recogió las fotografías del escritorio y se acercó a la pizarra. Había una sección libre al otro lado del mapa y rebuscó entre ellas para seleccionar algunas y colocarlas en la superficie. –Al mirar estas imágenes lo primero que pensé fue: Kim Jinwoo.

HOUSE OF CARDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora