Capítulo 5

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La verdad oculta

- Como te conocen? - hablo el hermano menor de los Uchihas
Entre ellos había un ambiente de tensión.
- Te acuerdas de aquella ves que padre me corrió, me dejó sin dinero y pertenencias?
- Claro, no creía que fueras digno de liderar las empresas, por lo cual te echo de la casa.
- Bueno, pues un amigo me ofreció su apoyo en Estados Unidos, Deidara quien estaba estudiando Artes, me ofreció hogar temporal mientras el acababa la universidad y mientras yo encontraba trabajo.

Flasback

Itachi había llegado a Estados Unidos y su amiga Deidara le estaba esperando en el aeropuerto.
- He!! Itachi por aquí - hablaba un joven de tez pálida, cabello largo y rubio, con una cólera amarrada, y un fleco cubriendo la mitad de su cara - Vaya que ni tardaste en llegar
- Supongo que si, tiempo sin verte viejo amigo - dijo el abrazandolo
- Desde la academia amigo...
Después de eso, ambos amigos se fueron al departamento en el que estaba viviendo Deidara...

Y así paso un año

- Entonces me estas diciendo que te dieron trabajo en Italia?
- A una persona le intereso mi trabajo, así que quiere que vaya allá a presentar mi servicio como escultor
- De verdad que eres increíble
- Bueno, creo que es lo que ganas cuando le pones mucho esfuerzo a estas cosas
- Me alegro mucho por ti
- Lo que me preocupa es que este Departamento es caro, dudo que puedas pagarlo
- Es lo de menos, buscare uno más económico
- Tienes una semana para ello
- Suficiente tiempo.

Y así el joven Itachi pasó buscando algo menos caro, que se ajustará a su economía. Pues el trabajaba en una empresa de periódicos, su paga no era tan baja, pero tampoco se podía dar el lujo de pagar aquel departamento.

Busco por periódico algo, no encontró nada. Así que optó por salir a caminar y buscar por su propia cuenta.
No tardo mucho en encontrar un lugar donde se rentan departamentos en buen precio y el lugar era bastante agradable.
S

e presentó con un señor... Sato Hayanome, unas cuantas preguntas y el departamento es suyo.

Paso así una semana, e Itachi ya se había cambiado al departamento, se despidió de su querido amigo Deidara y le deseo mucho suerte. Comenzaba una nueva vida con nuevo trabajo y nueva vivienda.

Cinco meses pasaron, tranquilos y sin novedades, hasta que el joven Itachi se les presentaron graves problemas.
- Los he citado aquí para darles la noticia de que se hará un corte de personal por desgracia ustedes fueron elegidos para abandonar esta empresa - hablo el jefe de aquella empresa - no puedo hacer nada más por ustedes, lo lamento mucho.

Itachi no sabía como reaccionar, estaba conmocionado. Camino hacia su departamento, tenía que buscar un nuevo trabajo, tenía que ver la forma de mantenerse. Tenía que pagar su departamento, tenía muchas cosas en mente.

Había pasado ya tres semanas y no había encontrado nada, las empresas nunca le llamaron y ya no veía la manera de mantenerse con vida. Apenas podía comer algo, la vida era mucho más fácil en Japón, los empleos eran mucho más. Solo tenía 50 dólares para mantenerse con vida durante unos días, lo bueno es que había aprendido a ahorrar.
Iba entrando al departamento cuando choco con una chica, tirando así todos sus libros al suelo
- Oh, disculpa, no me di cuenta - dijo agachandose para recoger los libros tirados en el suelo
- No te preocupes, yo tampoco iba prestando atención a donde iba - aquella vos se le hacia conocida.
Aquella chica se agacho también para recoger sus libros, Itachi alzó la vista y vio a aquella chica que a su hermano lo traía tan locamente enamorado
- Hinata?! - aquella chica de hermoso cabello azulado, piel pálida y ojos color perla
- Itachi-san? - aquella formalidad de la chica era reconocible
- Que haces tu por aquí??
- Bueno, aquí vivo y estudio, hace más de dos años que vivo aquí. Que haces tu aquí? No estabas encargado de las empresas de tu padre?
- Bueno... Eso es un tema... Tedioso - contesto el joven Itachi, entonces sonó el estomago de aquel joven, delatando completamente el hambre de Itachi, a el se había olvidado completamente comer.
- Parece que tienes hambre, ven te invito a comer- dijo ella tomando el último libro tirado y lo guía hacia dentro del edificio, subieron hasta la planta más alta y entraron a un departamento bastante más amplio y más agradable que el suyo.
-Toma asiento ya te traigo algo - siempre su amabilidad predominando en su personalidad
S

Un padre no tan Padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora