Mi Vecino

Un problema

Soy Sasuke Uchiha, tengo diecinueve años y vivo en un pequeño vecindario, llamado Konoha. Estoy comenzando tercer semestre de derecho, vivo con mi padre y mi madre, ya que mi hermano mayor hace poco se mudo a casa de su novio.

Pero no estamos aquí para hablar de toda mi vida, sino del problema que ahora me aqueja; no puedo dormir.

Cualquier persona que me escuchara, diría que es un problema sin importancia, que quizás es por estrés o por preocupación, algunos pocos, posiblemente pensarían que es por mis trabajos universitarios y otros dirían que es por andar pensando en la persona que me roba los suspiros.

Con este ultimo grupo, podría decir que saben por donde va el asunto, aunque aún se equivocan.

La razón de mi insomnio es esa misma persona, que ahora se encuentra de rodillas en su cama, sin ninguna mísera pieza de ropa cubriendo su cuerpo, con su piel morena perlada de sudor y enseñando su rico y apetitoso culo, el cual es profanado por dos de sus delgados falanges.

Esa persona, también es la razón por la que yo me encuentro parado frente a mi ventana, sin camisa, con la piel perlada por el sudor, con la mirada perdida entre los paisajes que me ofrece el chico de al lado y con la verga dura y goteante, siendo acariciada con deleite por una de mis expertas manos.

Mientras sigilosamente contemplo el espectáculo que me ofrece mi vecino, algo dentro de mi se pregunta si debe estar dichoso, o completamente molesto y enojado porque este chico tenga su cortina completamente abierta, dando la posibilidad de que alguien que no sea yo, sea mudo testigo de este maravilloso espectáculo.

Negar que esto me excita y me llena de celos a partes iguales, es como negar la luz del día, me llena de gozo y excitación ver como se toca, ver como acaricia con mimo su cuerpo y como se deleita gozando del placer que sus manos pueden hacerle sentir. La razón de mis celos, tiene que ver con el hecho de que no soy yo el que esta acariciándole, no son mis manos las que se deleitan explorando su cuerpo, no son mis oídos los que escuchan sus gemidos de goce, no es mi piel la que siente sus caricias y no son mis dedos los que recorren su interior.

Cuando noto el cese de su movimiento, aquello es un anuncio para mi de que el momento más sublime a llegado. Preparándome para lo que viene, la mano que en ningún momento a dejado de masturbarme, hace aún mas rápido su movimiento, y sin apartar mi vista de la ventana, tomo con mi otra mano un par de pañuelos desechables del escritorio, el cual se encuentra un poco cerca de la ventana y los pongo en la punta de mi miembro, esperando el ansiado orgasmo, que no esta muy lejos de llegar.

Veo como al otro lado, esa persona saca su juguetones dedos de su interior y se da la vuelta, quedando apoyada su espalda contra el colchón, enseñando el interior de sus carnosos y grandes muslos, así como su erecto miembro, el cual tiene un poco de vello púbico de color rubio a su alrededor y se encuentra completamente erecto, goteante y deseoso de caricias.

El chico al otro lado, toma su miembro con su mano, y los dedos que anteriormente se encontraban en su interior vuelven a hacerse cargo de su trabajo, introduciéndose en ese apretado agujero y moviéndose como si la vida de su dueño dependiese de ello, al igual que la mano que reparte caricias por su erecto falo.

Por mi parte, tengo que apoyar uno de mis pies sobre algo que le de elevación, y sin apartar la mano con los pañuelos de mi miembro, mi otra mano detiene por completo su movimiento y solo se envuelve alrededor de mi falo, porque son mis caderas las que ahora hacen el movimiento. Mi mente se concentra en imaginar que no estoy en mi habitación, sino en la suya, que no son sus dedos lo que se introduce en su esfínter sino mi dura y chorreante verga, que no son sus manos las que masturban su desatendida erección, sino las mías, que mis caricias son las que hacen que su cuerpo se sacuda y se arquee de goce, como lo hace en este momento y que aquello que ahora envuelve mi miembro no son mis ásperas manos, sino su suave, apretado, cálido y rico interior.