Al siguiente día, iba a la escuela, mientras hablaba con Whisper y Jibanyan comía una barra de chocolate.
-¡Hola, Nate!.- Exclamó Katie alegremente al llegar.
-¡Hola!.- Respondí al entrar.
Besé su mejilla y entramos juntas.
-¿Querrías ir a tomar algo en la tarde?.- Pregunté.
Ella asintió con la cabeza.
Al final de las clases, volví a casa.
-¿Y cuándo vas a ver a Katie?.- Dijo Jibanyan.
-A las 2.- Contesté.
Esperé en casa, aburrida, empecé a leer.
-Nate, ya deberías ir yendo.- Me recordó Whisper.
Salí de casa y fuí a donde nos íbamos a encontrar. Por suerte, ella todavía no estaba ahí.
Un poco después, llegó.-Hola.- Dijo al llegar.
La saludé y nos sentamos.
Ella pidió una limonada y yo un jugo de limón.Cuando terminamos, volví a casa.
Al llegar, ví que tenía un mensaje.
Me alegró mucho que ella se hubiera divertido.