9.

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Oh, jodido infierno, a Harry le encanta el sexo.

Pero cree que algo que le gusta igual, e incluso más, es el momento en que Louis y él se abrazan después del sexo, cuando éste comienza a halagarlo, a acariciarlo delicadamente con la punta de los dedos, cuando están somnolientos y los envuelve una tranquila felicidad.

Han estado teniendo relaciones durante casi dos meses, pasaron incluso el celo de Harry juntos (Louis se enamoro, se maravillo tanto ante la necesidad latente en Harry).

Ellos incluso habían tenido la mala suerte de ser atrapados por Nikolái, que sólo había dado media vuelta y así como había llegado, se había ido. A Louis le había dado risa y Harry quería que la tierra se lo tragara ¡Que vergüenza! ¡Era su hijo, por el amor a todo! Pero todos lo habían superado al final de todo, Nikolái a veces todavía no podía verlo a la cara sin sonrojarse, pero lo superaban.

Otra buena noticia era que Nikolái por fin comenzó a hablarle a Louis, le había llevado casi los dos meses, pero comenzaba a hacerle un par de preguntas de vez en cuando, ya fuera de la universidad, el trabajo o su familia, obviamente nada era como antes, pero Harry tenia la esperanza de pronto fuera de esa manera.

—Mi mamá quiere que vayas a comer a la casa— murmuró Louis rompiendo el cómodo silencio.

Harry tarareo, reacomodandose de forma que ahora estaba cruzando las manos sobre el pecho desnudo del alfa y su cabeza sobre el dorso de éstas.

—¿Celebramos algo?

—Tal vez lo bonito que eres— le dijo Louis coqueto, acariciando su barbilla con el pulgar.

—Basta— dijo riendo el omega y cubriéndose las sonrojadas mejillas.

Louis le pellizco una mejilla.

—Tal vez lo precioso, adorable, magnifico, fuerte, valiente y sexy que eres, eso sobre todo, lo sexy que eres— esta vez lo que le pellizco fue una nalga— o tal vez lo que debemos celebrar es lo suertudo que soy por tenerte.

—Oh callate, adulador— dijo dejando caer la cara contra el pecho de Louis—. ¿Cuándo? Para ir haciendo espacio, últimamente me estoy ahogando en trabajo— gimoteo.

Louis acarició su cabello.

—El próximo sábado, también quiere que llevemos a Nikolái.

—Entonces es una cosa buena que ya te hable— murmuro.

Harry comenzó a dormitar una vez más con Louis jugando con su cabello y con su cabeza escuchando los acompasados latidos del corazón del alfa.

—Tengo hambre— medio escucho un rato después, pero estando prácticamente dormido lo ignoró.

—Sirviente— escucho a través del sueño, siendo agitado por el hombro—, sirviente— volvió a escuchar, ésta vez comenzando a abrir los ojos y encontrándose con la mirada de Louis—. Sirviente, tengo hambre, dame de comer— le dijo descaradamente.

Harry soltó un bufido, bajándose de Louis y acostándose sobre su costado, dándole la espalda al alfa.

—Ve y preparate algo tú, flojo.

Después cerro los ojos e intento volver a dormir, era de madrugada y mañana tenia que ir a trabajar, por el amor a todo.

No paso ni un minuto cuando ya tenia a Louis pegado a su espalda como sanguijuela.

—Si me dejas dormir— dijo cuando Louis comenzó a besar su cuello—, te despierto mañana con un sorpresa.

Louis tarareó. —¿Con una mamada?

Dicha. (l.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora